miércoles, 15 de julio de 2009

It's show time.

Continúa...

Son las 5:38am y mi cabeza está trabajando. A pesar de las pastillas, los calmante y todas esas huevás que lo único que consiguieron fueron hacerme mierda la guata, desperté a las 4am y desde ahí no consigo dormir. Desde ese entonces que pienso que no voy a poder dormir lo que queda de día -noche-.
Tuve que fumar de nuevo, agrandar la adicción. Tengo la cabeza llena de muchas cosas y el pecho completamente vacío. Las lágrimas andan por ahí: en el baño, en la almohada, en las sábanas, en papeles confort que se apilan encima de la mesa del teclado.
No sé cómo podría explicar todo esto. Siento, por una parte, que no es tan grande. Que es un problema del que todos podríamos salir y olvidarlo y pasarla bien. Pero a la vez, siento que es algo enorme, que es cruel. Yo no soy así, no reacciono de este modo a estas cosas, pero, por dentro, tengo un agujero que me delata y me dice que esto era demasiado importante para mí. Siento que perdí un pilar, un sustento, que ahora, estoy solo parándome con mi pies. Y creo, que los míos están demasiado débiles.

Creo que nunca había estado en esta situación. Es la primera vez. Aun, algo dentro, me dice que esto es un chiste, que esto es algo ilusorio. Que it's not big deal, because las razones no me convencen del todo. Me parecen insípidas, sin peso. No ridículas, no las denigro ni nada así, sólo me parecen que no eran para llegar a estos límites. Y a estar yo de esta manera. Pero, si lo pienso un poco, sólo un poco (lo que es mentira, porque el tema no sale de mi mente), puedo decir que es una de las cosas más importantes hasta el día de hoy. Que, ahora, estoy perdiendo un pedazo muy grande de mi cuerpo.
Uno demasiado grande.

"Si no duele, no sirve, compadre". Duele demasiado. Pero otra parte de mi mente me dice que esto me hace más fuerte, que si desistiera, que si corriera de una, sería un pobre y patético debilucho. Que esto, me va hacer más fuerte. A mí y a quien corresponda. Y a las cosas. El dolor, a la larga, fortalece. Cuando pasan estas cosas, es cuando uno realmente tiene que ponerse los pantalones. Ponérselos y afrontar.

Estoy pensando mucho y creo que estoy llegando a un par de conclusiones. Todo depende, claro, de lo que pase hoy. Cuando tenga que levantarme a las 11am y salga y puede que quede todo más claro. Tomar decisiones que realmente pueden que no tengan retorno. Son y son. Espero, que todo esto tenga buen fin. Que realmente, ahora que voy a jugármela todo por todo un 100% -quizás por última vez, quizás no-, el esfuerzo tenga algo con qué llenarme por dentro al menos un poco. O, en una de esas, completamente.
Es ahora, cuando voy a dar todo lo que existe dentro. Cuando los tapujos, las puertas cerradas y los ojos cerrados absorbiendo el dolor de la forma más privada posible, van a dejar de existir. Se va a abrir todo. Me asusta, sí. me da miedo. Pero le miedo puedo comérmelo después. Ahora es cuando necesito ser bien machito para mis cosas. Llorar no es sólo de minas, pero, para tener confianza en que la testosterona a uno lo va a invadir y hará lo que tiene que hacer, las lágrimas, al menos por ese rato, tienen que quedar lo más lejos posible.

It's show time. Dicen. Es la hora de la verdad.


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