miércoles, 29 de octubre de 2008

Runaway.

Ya lo veía venir. No era extraño que pasara. Es cierto, cuando un tarro se llena de basura pronto puede explotar. Y que mejor para evitar la explosión que no estar en el lugar de los hechos.

Ok, no fue el gran plan, básicamente salí corriendo. El avandonar una casa en la mitad de la noche es algo que me parecía de libro. Muy "Mala Onda", pero aquí estoy: en un ciber en un callejón de Viña esperando, haciendo hora.

Anoche dormí bien. Le doy las gracias por soportarme. Fue raro igual estar allí, o lo que paso: eso de ser como una despedida como si me fuera muy lejos (o quizás rollo mío xd). Fue rancio también que la micro se quedara en pana. Tanto que me negué (por una cuestión de no ser pecha, de no ser barza, de no dar ultra mala impresión) y al final tuve que hacerlo.
Mil sorrys.

¿Destino? ¿Mala pata? ¿Saleitor?

Ni idea.

Hoy me quedaré fuera, también. Necesito tomar un poco de aire, fumarme un par de puchos y sólo oir el iPod en vez de los mismos gritos de siempre. Bajan un poco la moral o es sólo que ya los he escuchado suficiente.
Soy un pésimo ejemplo, ¿no? xd.

En fin, mañana tampoco volveré. Me iré a Chillán. Pasaré unos días allá y supongo las cosas mejorarán o se pondrán más tranquilas.
Lo dudo, "pero la esperanza es lo último que se pierde". Si oh.
Yo creo que al volver se vendrán más gritos. O quizás indiferencia, que tampoco sería raro. No lo sé. Son este tipo de cosas las que no tienen punto de retorno, las que cuando suceden cambian las cosas de manera radical y uno quizás no estaba listo para asumir los cambios que vendrán, pero tendrá que hacerlo igual.

Ya, que cuático, si esto tampoco es novedad. Pero se siente como si lo fuera.
Supongo... supongo que tiempo al tiempo no más.

Anoche me di cuenta de algo: yo tengo buena memoria, pero anoche noté que me sé súper pocos teléfonos. Un par de celulares y un par de teléfonos fijos. Ni siquiera el de mi casa me lo sé. Yo creo que es porque sólo recuerdo las cosas que realmente me importan. El resto demás que lo olvidé apropósito.

Whatever.
Debo irme, tengo que terminar de arreglar un par de cosas, contactar a un par de personas y dejar que el día siga fluyendo en su raro compás: lento, soleado, irónico y algo latero.

No sé cuando vuelva a escribir.
Saludos a los que se pasen y gracias a los que me soportaron y soportarán estos días.

Y sí: Hola, soy Felipe y anoche me fuí de mi casa D: (para el grupo de auto ayuda xd).

Cambio y fuera.

sábado, 25 de octubre de 2008

Sunday Morning Call.

And in your head do you feel
What you're not supposed to feel
You take what you want
But you won't get it for free
You need more time
Cos your thoughts and words won't last forever more
But i'm not sure if it ever works out right
But it's ok. It's alright...
Pero no, no está bien. No está bien...
Y sí, necesito más tiempo para planificar esto, para que no falle, para que no haya arrepentimientos al partir. Lo que viene luego no lo cacho, es nuevo. Pero el miedo no es tan grande como esto... No.
Por eso puede que me atraiga tanto... por eso puede que sea la única solución.
Aunque conociéndome -¿en serio?-, sé que volveré a caer de nuevo en todo esto.

Sé que volverá a pasar...
Yo no fui diseñado para esto, porque en mi cabeza estoy sintiendo lo que se supone no debo sentir.



----------------
Now playing: Oasis - Sunday Morning Call
via FoxyTunes

miércoles, 22 de octubre de 2008

Manchones.

Un par de dilemas, serios traumas, decisiones que tomar, ¿Que hacer? ¿Virarse? ¿Mandar todo a la cresta? ¿Escapar?
¿Que pasaría? ¿Pasaría algo? Imagínate. Piénsalo un poco, pongamos las cosas en la balanza.
¿Qué pasaría? ¿Qué?
Y si te fueras, por ejemplo, si te marcharas sin mirar atrás, asumiendo la soledad, sabiendo que puede ser un error, un grave error, pero que igual te sentirías bien, ¿lo harías? Perderías la seguridad, pero, ¿qué significa estar seguro? ¿Alguien lo está? ¿Podrías admitir, sin hacer trampas, que realmente estás seguro?
Hay preguntas que es mejor dejar sin responder, ¿no?
Mala Onda - Alberto Fuguet.

Las sucesiones de horas comienzan a traslaparse con todos los manchones de tinta que hablan sobre mañanas perdidos y caídas y desiertos. Y se siente igual de frío.
No es que sea fácil, pero si algo más común tropezar así y darte cuenta que siempre eres un huevón. Dejar de exagerar y comenzar a destrozar para no tener nada que lamentar al partir, ése era el plan. Huevón.
La cuestión es no estar preparado, aún: asumir lo que uno quiere puede ser más fatal de lo esperado, porque puede ser realmente de lo que uno quiere huir, entonces, ¿donde está la solución? ¿la hay?

El miedo recurrente de la verdad comienza a palpitar, nuevamente, de tal manera que la respiración o los latidos reales se pierden dentro de una tonada casi epiléptica. Ya no se oye nada.
Un celular que ya no suena, un buzón vacío y una televisión sin señal van quedándose como adornos en un cuarto que parece de matrimonio recién casado: vacío y esperando llenarse de cualquier cosa. Pero no se llenará y eso, se huele a distancia.

No sé que es peor: yo o esta sensación rara que siento que hiela la espalda. Como por la nuca, un frío que quema, que se interna tan dentro de la médula en un dolor que amenaza con que es mejor disparar para evitar seguir pasándolo. Da igual, supongo, si da lo mismo. No son novedades. Aunque hay ritos o ciclos que me gustaría seguir practicando... pero esos, también se están perdiendo dentro de las hojas manchadas de tinta negra.
De tinta y sudor.

¿Otro cigarro más? Qué más da. Esto es como preparar las cajas para una mudanza, la única diferencia es que nunca se sabe cuando me mudaré ni a donde o si realmente me llevaré las cajas conmigo. ¿Y que contienen? Deducible, estúpido preguntar.

Supongo que nadie aprende realmente a vivir hasta que pierde un par de cosas importantes.
Lo que es por mí, aunque realmente no importe decirlo o leerlo, porque da igual, es sólo una historia más; algún día aprenderé a vivir.
Y a tratar de amoldarme de lo que trato de escapar: de mi mismo.
Eso, o resignarme al aislamiento del que tanto hablaba Ian Curtis.



----------------
Now playing: Joy Division - Isolation
via FoxyTunes

martes, 14 de octubre de 2008

Karma police, arrest me.

A veces el vacío, o lo incompleto, o ambas cosas, llegan a pesar como si uno cargara con una mochila llena de piedras o llena de libros de la u. Es tonto, sí, porque el vacío es la nada misma.
¿Cómo entonces puede pesar?

Karma se llama, cuando las cosas parecen perseguirte para hacerte pagar por las tonteras que has hecho. Dicen que todo se devuelve. Supongo.
No creo que Murphy esté vigilándome todos los días. Aunque como van las cosas, puede que sí.

Las calles se ven vacías y quizás yo desearía estaría estar metido en los roqueríos que quizás algún día podría llamar hogar. Pero, estas calles sin nada, ni perros, aún así me parecen cómodas, mientras miro ese cielo oscuro que he visto tantas veces y de tantos lugares distintos. Me acuerdo del Laja y cuando lo único que acompañaba todo ese momento era el ruido del agua cayendo. Quizás debería estar ahí.

"Quizás".

He llegado a pensar que esta película esta guateando con cuática. Si es que mi vida es una película, no tendría muchos espectadores ni aunque el cine estuviera a quina. Quizás sólo algún copuchento más aburrido o loser que yo. Lo dudo.
Es curioso, porque si esto es una película, siempre espero un crossover. Que otra película se sume a la mía y que me suba el rating. Que al menos me ayude a marcar 4 estrellas. Siento que, por ahora, estoy debiendo estrellas.
Pero no pasa, esta película tiene tan bajo presupuesto que otros directores o actores ven propuestas muchos más atractivas que esta. Y no los culpo, supongo haría lo mismo.

Creo que lo único que me sigue restando en esta película es ver otras películas y soñar, imaginar, que pudieron haber pasado en mi propia trama. O darle un final dramático, pero no me da la gana. Tampoco sé como hacer la trama más interesante. El vacío no es una trama muy interesante -y mucho menos entretenida- para una película decente...

Karma se le llama.

Karma police, arrest this man, he talks in maths
He buzzes like a fridge, hes like a detuned radio
Karma police, arrest this girl, her hitler hairdo, is making me feel ill
And we have crashed her party
This is what you get, this is what you get
This is what you get, when you mess with us...

-¿Señor Norambuena?
-Sí, con él.
-Usted queda bajo arresto.

For a minute there, I lost myself, I lost myself...


----------------
Now playing: Radiohead - Karma Police
via FoxyTunes

lunes, 6 de octubre de 2008

Along The Way.

Sábado, 8am. No lo pensé dos veces, el exceso de temblores y la manía de no poder estar quieto ayudó para no dudar: salí a trotar para cansarme. Lo necesitaba, quedar lona, muerto.
Leí un poco de Mala Onda. El episodio del Cerro Santa Lucía y las bicicletas y Antonia. Tomé una botella, me puse lo más cómodo que encontré y salí a enfrentarme a ése sol que venía saliendo hace un par de horas.
El iPod me ayudaba a concentrarme poco y sólo correr y sentir el viento. Pero no había bicicletas, ni era el Cerro Santa Lucía, ni había una Antonia conmigo. Pero, supongo, no podía ser de otro modo. Y quizás no debía ser así.
Corrí harto, por un par de horas. Cuando llegué, ya se acercaba medio día y yo estaba cansado, como quería.
Dormí todo el sábado, pero no fue suficiente.
No lo fue.

Lunes, 10am. Hacer hora es latoso. Contesté un par de mails y me puse a hacer cosas que jamás hago, leí cosas que jamás leo y, de alguna manera, todo era igual, a pesar de estar intentando romper una rutina que comenzaba a ahogarme.
Un tipo de al lado me habla y pregunta tonteras. Me apesta, decido virar.
Camino sin rumbo y en Av. Valparaíso me encuentro con alguien que no veía hace tiempo. Me pongo a conversar y me doy cuenta que no recuerdo quién es. Después de unos 10 minutos de charla suelta una pista y puedo recordar su nombre y de donde la conozco. Me siento más seguro, puedo controlar la conversación.
Mi camino sigue y me doy cuenta de que paso por varios lugares donde ya he estado antes. Pero no solo. Tampoco a estas horas. Y un par de recuerdos comienzan a aflorar.
El destino, a pesar de querer sorprenderme y llevarme a algún otro lado, era obvio: roquerío de Av. Perú. Mismas rocas de siempre.
Un cigarro, leer el final de Mala Onda y dejarme sumergir dentro de todos los pensamientos que se venían cosechando. No lo puedo creer.
Me dejo llevar por el momento y pierdo el control de mis emociones. Ha sido todo tan extraño, tan nuevo, tan poco común.
Y aún así rutinario. Lo usual.
Mala Onda está por finalizar y reléo al menos dos veces:

"Eres un pesimista", recuerdo que me dijo una vez, a lo que yo le respondí que sí, que lo era pero que eso era una ventaja.
-¿Por qué? -me dijo.
-Porque siempre espero lo peor. Así, cada vez que no ocurre, me sorprendo. Quedo feliz. Y cuando ocurre, porque de que ocurre, ocurre, no me deprimo ni me decepciono. es lo acostumbrado. Es lo normal. Es como es. Pero no necesariamente como debe ser.
-Y yo, ¿te sorprendo?
-A cada rato.
Pero no me sorprende. Quizás en otro momento, pero ahora no.
Y ahora que lo pienso, ¿qué es lo que me sorprende hoy en día?
¿Contesto?
Mejor es quedarse callado.

Paso una hora sentado, viendo el mar, viendo las colillas que tiro a las olas, sintiéndome algo culpable por contaminar. Me paro, esto no puede seguir así.
Camino y una estatua humana, que señala al oriente, me guiña el ojo. Como en Amelié. Lo veo, pero lo ignoro y pienso en el oriente, en Bangkok, en Beijing, en Shangai, en el Tibet y estar perdido, muerto de frío, alejado y solitario, ajeno a todo pero aún así más centrado, más cómodo que en todo lo conocido.
Y me deprime, me arrebata.

Es tarde, mi clase va a comenzar y yo estoy lejos. Quizás más lejos de donde realmente estoy.
Mis manos no sienten las paredes que tocan, pero sé que mis pies avanzan, aunque no los puedo ver.

¿Qué resta ahora? Quizás el cierre perfecto para una mañana que se cae a pedazos dentro de un pozo de recuerdos -que laten y salen y se dejan ver y hacen sentir- es no seguir. Es abandonar.
Volver me supera y refugiarme en el metro me parece más ideal.
Más certero.

Aunque, siendo sincero, ya no tengo certeza de nada.


----------------
Now playing: The Honorary Title - Along The Way
via FoxyTunes