sábado, 20 de diciembre de 2008

Walk alone (improvisación).


Estoy cada día más loco. Estoy seguro que algo anda funcionando demasiado mal dentro de mi cabeza. ¿Cómo sigo haciendo estas cosas?

Acabo de llegar. Son las 9:10am. No he dormido nada. Tampoco tengo sueño. No tenía puchos y no sé si fue eso u otra cosa lo que motivó que me vistiera y que saliera a las 5:49am de mi casa a caminar.
Diría que fue a tomar aire puro, un rato. Pero tomar aire puro y fumar no van de la mano.

Caminé hasta una Copec y compré cigarros, lo único abierto a esa hora. Luego me dejé llevar por mi estado de ánimo y caminé por las calles donde mis pies me internaran. Todas desconocidas.
Al iPod le queda poca batería. Supongo que daba igual.

No entiendo que pasa. No cacho porque mi cabeza se deja llevar tan fácil por todo. Porque todo es tan cambiante, tan camaleónico como esas estrellas que se ven de noche que son multicolores.
Caminar y no dejar que los cigarros se apaguen, esa era la tónica del momento. En eso se basaba la salida.

Pasé varios momentos vacíos, me senté en bancas de plazas que no conocía. Terminé en Troncos Viejos, creo. Caminé hasta el trece o trece y medio. Hasta el catorce, de seguro.
Intentaba ordenar algo dentro de mí, algo que está arraigado y que a veces no deja respirar. Siento que... que muchas cosas no van a cambiar. Como este odio que nació porque sí. Es la forma en que reacciono a las cosas que pasan, a cosas de esta índole.
"Índole", yo usando palabras así.

Hasta ayer estaba bien, las compras anestesian. Pero no sé en que momento las cosas giraron de nuevo y yo sólo me dejé llevar.
Jugar o no jugar, callarse o hablar, matar o seguir. Nada de esto debería estar pasando. Según el tarot, sí. Lata, lata, lata.

Las calles comenzaban a llenarse. El día empezaba a manifestarse por completo. Ya la gente despertaba y las puertas de las casas se abrían. Yo seguía perdido, como adolescente que, seriamente ebrio, trataba de volver a casa solo.
Supongo que así me veían los que me quedaban mirando.
"Pobre".

Es que no me calza, en lo absoluto: ¿por qué me duele tanto la realidad? Cada vez que algo me recuerda lo que ya sé, caigo. Lo intento, harto: ignorar todo, hacerme el huevón, hasta conmigo mismo. Hacerme el loco, el distraido, fingir que no pasa nada, que nada ha cambiado, que sigo aquí. Pero bastan pocas palabras para recordarlo todo y no saber nada. Y volver al mismo punto muerto donde quedé.

Da igual... supongo. Nada de lo que haga y he hecho importa. Al fin y al cabo, todo vuelve a caer en el vacío.

Acabo de llegar. Hace un par de minutos, ya. Y sigo perdido. Parte de mí no volvió y sigue deambulando por las calles. Cada vez que esto sucede, cada vez que mi cabeza toma decisiones apresuradas y que no mide consecuencias; una parte de mí no vuelve más. Ya debe quedar tan poco que luego no será fácil reconocerme.

Tengo que salir en unos minutos más -está temblando un poco. Como estos últimos días, pero no importa, quiero terminar de teclear-. Y sigo sin sueño, sin dormir para nada. Supongo que tendré que tragarme la tarde y simular que dormí bien.
Si llego, puede que alcance a dormir algo. A tratar de recuperarme.

Aunque tengo tan claro que yo ya no me recuperé.
Que soy terminal.

De seguro me faltó algo que decir. Pero nunca recuerdo lo que tengo que decir.
Otra vez: da igual.
Igual.


¿Por qué la misma canción sigue sonando?...

When you were here before
,
Couldn't look you in the eye
You're just like an angel,
Your skin makes me cry...

2 comentarios:

Vanessa... dijo...

Qué te dio por subir imagenes?

Anónimo dijo...

i agree your idea ! very nice blog