jueves, 18 de febrero de 2010

Improvisando el dormir.

Muchas veces he creído que nunca voy a entender nada bien. O sea, del todo. Cuando pasan los días y me siento un observador en la vereda de al frente los veo a todos y a veces me asustan. Gracia de la vida, o una cosa así.

Es tarde. Debería estar durmiendo hace rato. Lo intenté y no funcionó. Veía tele, radio, pensaba, escribía notitas. Mañana viajo. Tengo mucho que hacer en la tarde y estoy aquí gastándome los ojos.
Tengo ganas de viajar. De comer helado en av. San Martín o de ir a ver ropa a esa especie de caracol lleno de hueás metaleras. Quizás ir a las termas (que de termas tenían poco y nada) o quedarnos varados de nuevo en la montaña comiendo pizza esperando que algún bus pase durante horas. Sé que no será lo mismo, esta vez. Para bien, o para mal, es un viaje distinto. Quiero pensar que para bien, nunca de tan mala espina, creo. No tengo nada planeado, claro. Ni muchas ideas, sólo dejar que fluyan los días como deben ser. Y tratar de pasarlo bien. Dicen que cuando uno lo pasa bien, el resto de las cosas se hilan para que lo sigas haciendo. Si eso es verdad, sería la raja.
Quizás sería bacán eso que pensé la otra vez: de dejar los problemas en Chile. Partir y dejar los problemas acá. A veces sirve para apartarlos por un tiempo y respirar. A veces, para que desaparezcan. O quizás estar al otro lado de la cordillera y empezar de nuevo. Nuevas etapas, ciclos, eras. Todo, por muy longevo que sea tiene muchas etapas. Cuando una comienza a flaquear es hora de cambiar y adaptarse. Ese es como el secreto, creo. Los viajes hacen bien. Supongo que este hará también.

Es sólo que a veces la realidad aterra. A veces, uno por otros paga. Sea como sea, viajar sirve de eso. Aun cuando fuera el fin del mundo creo que sería como lo último que haría antes de que todo estallara. Quiero viajar. Curioso, cuando hace un par de días era cuando menos lo quería. Cuando más miedo me daba. Supongo que son de esos estados que saltan no más. Se mantienen un tiempo y se van. No hay lado donde no haya días o temporadas donde llueve por un par de días y luego puedes ver el sol otra vez. Me carga la analogía del cambio de clima con el de ánimo, pero no tengo muchas ganas de pensar lo que tecleo.

Es curioso como un par de palabras de aliento a veces te sacan de un hoyo. Es curioso también como a veces las palabras justas de la persona precisa te tiran a uno. O los ojos. También pueden provocar ese efecto. Hoy ha tenido mucho de eso. Y poco, también. Echo de menos un par de conversaciones miradas. Y otras habladas durante horas. Bueh, como dije: etapas. Fases. Todo pasa por algo. Todo, incluyendo lo malo o lo imprevisto. Quizás no es destino, pero sí algo entraño entre eso y las probabilidades. O sea... pensar que mi futuro no está basado en mis elecciones es algo que me aterra. Pero tampoco es tan así. Si uno lo piensa, quizás el futuro sí se lo crea uno. Pero ese destino esta creado por la decisiones de uno mismo. En el fondo, no es tan alocado. Es como seguir siendo el protagonista de tu historia, tomando las decisiones, organizando tu vida y todo de una historia que es más grande que uno y que quizás tiene otras tramas de por medio que también ya tienen una especie de rumbo o algo así.
Ehhhh, no sé, me enredé. Es complicado explicar mi punto así como así en una hora como esta, en una situación como esta y en esta forma.
La cuestión es que no hay casualidades. Eso lo tengo más que claro. Recuerdo unas muy bacanes y shockeantes durante el último tiempo. Muchas de las cuales me hicieron darme cuenta de muchas cosas que no tenía tan claras. Y algo tenía ese momento en que ocurría. Algo que no es posible sentir de otra forma.

Uhm. No creo que deba continuar escribiendo esto. Debería dormir y no estoy logrando nada.
La cuestión es que quiero viajar. Quiero pasarla bien y quiero que todo siga girando. Las cosas pasan por algo y aquí estoy. Porque como alguien me dijo cuando terminaba el 15 de enero de este año, tarde, como a las 3:35 am: estoy "aguantando". En el buen sentido, claro. Estoy tratando de hacerlo, estoy tratando de aguantar los días difíciles para salir vivo de esta. Y para no perderme. Y para lo que me dijeron esa vez.
No creo que sea el tipo más rudo o fuerte, pero lo intento. I try so hard. Y no es la primera. Y espero, no sea la última.



Anyway. Me extendí.
Quedan pocas horas y harto que hacer. Let's say good bye to the bad feelings.
Un cigarro y a dormir.
Bye, Chile.

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