miércoles, 16 de julio de 2008

Sobreactuado.

Nada puede estar peor. Aún así nada puede mejorar, tampoco.
Es una caída libre. Sin paracaídas.
Y es que la sensación prevalece.
Es notoria, aún late.

Al abrir los ojos sólo puedo notar como las cosas se alejan.
¿Por qué esto tenía que repetirse?

Quizás es sobreactuar.
Puede ser, demás. Quizás es mi poca costumbre a vivir algo que no es mío lo que me deja así.
Quizás debería analizar menos. Pero no sé como continuar.
Es un bloqueo, una muralla.
Una propia barrera.
O quizás, son los deseos que tengo y que no puedo pronunciar.
Nada es correcto.

Después de cuentas, al fin y al cabo, lo único que siempre me resta es la misma vida que intenté cambiar.
De la que intenté zafarme.
Pero todo esto es un chiste.
Nunca nada mejora.

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