lunes, 28 de julio de 2008

Last chance to lose control!


Me lo esperé. O sea, sabía que iba a estar bacán. Pero nunca me imaginé cuanto.
Podría contar mil anécdotas. Y montones de cosas que pasaron antes del concierto y después.
Como las cosas que pasaron en la fila, la espera, el carrete, las veces que me perdí en Santiago. Los viajes en metro y las voladas locas más aún estar alucinando por lo del concierto. Pero aún así creo que me concentraré en el concierto mismo. En todo lo que pasó, en todo lo que se sentía.
Por la puta, ¡es que fue demasiado genial!

Está demás poner el set list. Está por todos lados ahora. Como en Wow.cl. Sólo sé que cuando Matt se sentó en el piano y abrió con New Born yo me fuí cortado tres veces.
Y siempre esperaba más. Sabía que habían demasiados temas buenos, de esos que pasé escuchando millones de veces, en los reproductores de mp3 que tuve, camino a casa en buses fríos en la noche.
Me empujaron, no me caí, pero por veces y casi besé el suelo. Pero si te empujan, o te quedas como roca o empujas al resto. Opté por la segunda, dejen de hueviarme y caete tú.
Me moví, adelanté y toqué reja. Justo cuando empezó a sonar Map of the Problematique, y en ese momento caché que ya no había vuelta atrás. Mi felici-o-metro marcaba su tope y estaba a punto de estallar. Amo ese tema.
Me lo canté entero fuerte. Aún mi garganta daba para más, esto estaba recién comenzando.
Nunca pensé que iban a tocar tan bien como en los discos. E incluso mejor, mucho mejor. Eso de estar ahí, en vivo, después de haber esperado por más de 6 años esto y estar ahí, frente a la guitarra-con-pantalla de Matt y sudado y saltando y gritando fuerte, sacando toda la energía posible en ese momento es algo que me había pasado en otros conciertos (sí, he ido a varios más, idiotas ¬¬), pero nunca en tal magnitud. Fue la cagá.

Dí bote por varios lados. Reja, atrás, al medio, derecha, reja, atrás de nuevo, volver a muy atrás, izquierda y justo mientras estaba en medio de Hysteria logré tocar reja de nuevo frente a Matt. Justo, casi destinado, cuando comienza a sonar Starlight. Y ahí, ahí me fuí a la chucha.
Cante como quien está a punto de morir. Mi garganta se fue a la mierda. Y más allá.
Mientras un tarado al lado chamullaba "estarlaigt", al igual que todas las canciones que pasé cerca suyo, yo me cantaba hasta morir todo el tema, sobretodo eso de:

I'll never let you go
If you promise not to fade away
Never fade away

Our hopes and expectations
Black holes and revelations
Our hopes and expectations
Black holes and revelations

Hold you in my arms
I just wanted to hold you in my arms

Y yo, sudado y como si me hubiera tomado un éxtasis, en estado de euforia total, con mis razones-para, esas cosas de uno que te motivan a algo sin mayor trascendencia del momento, que son cosas para marcar no más, para reforzar ideas y sentirte seguro de lo que sientes (algo que de seguro habría dedicado si hubiera podido de alguna forma); sólo cante hasta que mi garganta no dió para más.
Hasta que sentí que crujió.

Bacán.

A esa altura ya habían pasado unos 11 temas. Y yo creía que me mareaba de tanto cabecear los temas. Pasó una agua mineral por mis manos, la tomé y luego le tire sobre mi pelo y sobre la gente que estaba a mi lado.
Partió Time is Running Out, tema con el que conocí a la banda por allá por el 2002. O algo así. Y explotaron las bombas de humo que estaban frente al escenario. Humo, frío y poco asfixiante. Fue como un rocío en la cara de puras gotas congeladas. Pa' apalear el calor, y todo ese rato de estar como suricato respirando hacia arriba. La presión y el calor.

Luego de eso, partió Stockholm Syndrome, que, cuando termino, dió paso a una pequeña pausa. La que aproveché para encontrarme con la gente con la que hice migas en la fila. Ya que estuvimos los 4 juntos hasta que el tercer tema nos separó a todos y yo terminé solo dando bote pero tan ultra feliz que daba lo mismo.
Me encontré a la Bárbara y derrepente tocándome el hombro desde la masa de gente apareció Fernando, que hace rato que lo había perdido de vista.
Nos juntamos los tres y optamos por irnos atrás, justo cuando empezó Take a Bow. Coreamos Plug in Baby como todas unas grupies y cuando llegó Knights of Cydonia seguimos todo el juego que plantó Matt para hacernos correar el coro como nunca antes en nuestras vidas:

No-one's going to take me alive
The time has come to make things right
You and I must fight for our rights
You and I must fight to survive

To survive. Y lo hicimos, sobrevivimos.
Explosiones varias de humo. Cinco, seis, más. Humo en todo el escenario y parte de la cancha.
Y "adiós Chile, volveremos" que se quedaba en los oídos.

Salimos, y el aire frío de Santiago centro te hacía ver que el calor y el sudor que uno tenía no se podía obtener de otra forma esa noche. De ninguna. Gente, lágrimas. Abrazos y una foto que nos sacamos con nuestros amigos de la fila: Miguel, Jessica, Bárbara, Felipe, Ferna (que venía conmigo) y yo. Estos que capearon horas barzamente tomando chela en un local frente a la fila, frente al Caupolicán.
Esos que hablaron puras hueás haciendo hora desde las 11am para poder mandarse uno de lso conciertos de su vida.
Es que en serio, fué de lo mejor.

Ahora, ahora sólo quedan los recuerdos. La playlist que ahora tengo sonando en el Winamp del set list del concierto, el audio del recital que ahora estoy bajando, las fotos, los reviews que he leído. Las fotos que espero que la Bárbara mande. Las anécdotas y todo lo demás.

Cuando nos despedimos. Cuando partimos con el Ferna camino a ver si lograbamos dar donde debíamos llegar (sin BIP!, con un par de mapas de transantiago y con la esperanza de no ser asaltados), miré un rato hacia el cielo y asumí que éste paréntesis en mi vida, en todo lo que está pasando, en las cosas que deben ser y no, fué como la aspirina que me faltaba para el dolor de cabeza que ya tenía. Ése que hasta hace un par de días atrás casi me fulmina, pero, que no solo, logré ignorarlo.
Y hoy, hoy ya todo está algo más claro. Con más ritmo, con algo más de energía, o como se le pueda llamar.
Más pasable, mucho más.

No tengo de qué quejarme. Steps, la entrada anterior, nació a raíz de cosas que pasan que te sirven para anestesiar la vida. Si ahora, le sumo esto, puedo dejar en claro que hoy, estoy más anestesiado que nunca.
Ufff.

Quizás ahora lo único que puedo pensar, es esto:

Radiohead, espérame, porque ahí voy.


Cambio y fuera.


----------------
Now playing: Muse - Invincible
via FoxyTunes

5 comentarios:

r dijo...

Qué puto, Shein, qué puto.


¡Agh, qué puto!

i s o l é e dijo...

que bacán que lo pasaste súper bien :B no me gusta muse, pero entiendo tu emoción y también espero a radiohead jaja. uyyy k9 para los que empujan! jaja que esti bien :)

Lumiere dijo...

te felicito!!:D

me acorde a Incubus!!!!**
demasiadohiperhermosolindobello para mi :D

yo tambien ire a Radiohead!ya pedi la entrada como regalo de cumple :D (estoy de cumple el 21 de marzo)

que mejor regalo de 18!!:D


saludos y cuidate ^^

xaito :B


Lula(es mi blog ;D te agregare :) )

Vane dijo...

ryhjg

Alegría dijo...

Ya me había enterado de lo bien que lo pasaste... lo mejor es la gente sudada, el calor humano, los gritos y cachar que hay gente igual de emocionada que tú con los que puedas compartir los brazos pa corear las canciones. Estas experiencias son las que hacen que los rockeros depresivos no quieran morir.
Ale.-