viernes, 6 de febrero de 2009

Montañas rusas.


Subes y bajas. Subes, alto y caes. Caes, y de la nada, vuelves a estar en un tope. Vaivén y sube-y-baja. La vida es así. Los días son así. Todo, al final, es así.
Comparas todo y piensas que todo tendrá un inicio, un tope y luego una caída vertiginosa de la que nadie se salvará. Muchas veces es así, pero, si la vida es una montaña rusa sin cinturón de seguridad, no siempre será igual.
Las montañas rusas tienen subidas, bajadas escalofriantes, giros, loops; pero también tienen lugares más lentos, de relajo. Partes planas que avanzan y corren bien, que nada cambia, y se mantiene y te sientes relajado dentro de la angustia y de tu estómago revuelto.
Hay otras que son más interesantes aun: son partes con subidas y bajas, pero en el fondo son planas, sólo están aliñadas para no hacerte creer que todo será aburrido. Y a la larga, puedes mantenerte ahí, o deseas mantenerte ahí, porque te sientes bien dentro de ese espacio, después de tanto viaje extremo.

Si la vida es como una montaña rusa, se podría decir que uno es como el tipo que está diseñando la montaña. O como un tipo común y corriente jugando a Los Sims, o Simcity, construyendo con el mouse toda un atracción. Se pueden elegir las piezas, las vueltas, los giros, todo.
Se puede controlar el paseo, de cierta forma.
A veces pensaba eso: que todo tenía que morir. Y lo hace. Es el ciclo natural de las cosas, pero, dentro de eso mismo, uno puede controlar como pasará, o si es posible controlarlo -dejándose llevar, disfrutando, abrazando lo que uno mismo desea dentro de las infinitas posibilidades- hasta que uno ya no esté en este mundo para verlo morir. Es todo cuestión de perseguir la felicidad.
Es más fácil que te dijera...: ¿que tal si no todo debe tener un fin aquí y ahora, ni mañana?
¿Que tal si hay cosas que puede que aparenten haber terminado y mañana vuelven a comenzar?
¿Que tal si tantos giros y loops y volteretas, finalizan en una misma zona menos turbulenta...?

Dicen que el que la sigue, la consigue. Mi vida rueda sobre eso. Siempre persigo algo, esperando ver si algún día mis pies lograrán ser lo suficientemente fuertes para alcanzar lo que busco. A veces lo logro. A veces me demoro más. Pero supongo que no puedo permitirme creer que no puedo lograrlo... Me gusta creer eso.

Me gustaría decir que hoy estoy en un descanso. Pero, en realidad, no es así. Uno siempre está corriendo, siempre está en una maratón, siempre está sentado en el vagón de la montaña, sin posibilidad de detener el ritmo. Quizás acelerarlo, o frenarlo un poco, pero jamás detenerlo del todo. Esto no es un descanso. Para nada. Tan sólo logré alcanzar algunas metas, algunas manos que te agarran y te hacen sentirte bien.
Supongo que el sentimiento mismo es el reflejo de que no estoy tan atrás como pensé, que estoy en consonancia con ciertos complementos para mi felicidad.
Ojalá, suena bonito.

Y lo es.

Christopher Gardner: Hey. Don't ever let somebody tell you... You can't do something. Not even me. All right?
Christopher: All right.
Christopher Gardner: You got a dream... You gotta protect it. People can't do somethin' themselves, they wanna tell you you can't do it. If you want somethin', go get it. Period.

En eso estoy. Yes, I'm.

¿Y tú?
Después de tanto correr, ¿encontraste la felicidad aquí?
Armemos esta montaña rusa como mejor sea posible.


Hay cosas en la vida que se planean, hay otras que se predestinan y hay cosas que sólo surgen y que sólo es necesario vivirlas. Personalmente, prefiero estas últimas.
-Anónimo.

Me too.

1 comentario:

Esebloguero dijo...

Es que las montañas rusas tiene de todo un poco. Pero siempre te recomiendan no comer antes de subirte, por que si no... ya sabes.