lunes, 19 de enero de 2009

Your lies are breaking the mirror.


¿Sabes que más? A la chucha.
A la mierda y más allá.

No me calza, porque cada vez que creo que está bien, todo vuelve a fallar. Es así, es como siempre ha sido el asunto... yo tan huevón sigo creyendo que algún día todo cambiará.
¡Imbécil!

Bah, si todos mienten. Yo mejor que nadie lo debería saber. Todos al fin y al cabo se van y dejan la cagá por ahí. Pero esta maldita cosa, esta maldita ansiedad, esta curiosidad que lastima... Jode todo.
Las mentiras siempre se saben. Y ocultar es lo mismo que mentir, mismo grado.
Fuck.

Soy un estúpido. ¿Y si las cartas tenían razón? Al parecer sí. Al parecer los sueños, los leves cosquilleos llamados presentimientos, todos suenan y advierten y yo trato de ignorar y al final... al final no queda nada. Al final nada cambia, al final todo siempre es una mentira que se extiende y sólo se disfraza de la mejor manera que puede.
Soy sólo un muñeco, dentro de un juego en el que caí y moví y perdí. Un necio que se atreve a apostar y a creer y al final sale con las manos vacías y un cuerpo mucho más dañado de como entró.
Crédulo. Despistado, quizás, pero no tonto.
Ojalá y lo fuera.

Yo ya no sé. Te juro que ya no sé. Estoy harto de sentirme bien y recibir todo lo opuesto. Estoy cansado, en serio. Sé que quizás nunca nada fue. Que las conecciones nunca estuvieron. O que realmente siempre fui uno más, no big deal, sólo una posibilidad tan mediocre como las otras... pero no puedo evitar sentir este vacío y este mismo frío por dentro al enterarme de todo.
O son palabras, o son letras, o son fotos.
O simplemente una mirada y entender "sí, eso es una mentira".
Una mentira y nada más.

Veo mi cara mientras repaso lo que sé, lo que supe y lo que nunca debí saber. Siento como mis manos sobre el lavamanos se impregnan del frío y la humedad. Puedo oler como todos estos pensamientos se condensan sobre el espejo y me recuerdan a cada momento que no debería sentirme así. Que esto no es lo que quiero.
Pero lo que quiero nunca será igual. Lo que realmente quiero va a ser imposible si sigue de esta manera. Y lo peor es que todo indica que seguirá exactamente igual...
Igual o peor que siempre...

¿Qué duele más? ¿Estar cerca y sentir el dolor a cada rato o alejarse de una y sentir un dolor fuerte que, quizás, puede olvidarse con los años? Supongo que la primera es lo que más duele.
Y la segunda es la más sana, pero no la más fácil.

Me da pena. Pensé tantas cosas. Y ahora, de nuevo, me encuentro en esta misma situación y en estas mismas ganas de tirarlo todo por la ventana... De no haber salido nunca de mis cuatro paredes. De planear y pensar en que hacer mañana.
Todo desmoronándose, repitiéndose la misma escena que ya ha pasado antes.

Es simple fingir una sonrisa... y aparentar que estás feliz. Es simple decir que uno puede esperar tranquilo en el silencio... y pensar que no serás el único dispuesto a ese plan. Es tan fácil asumir que uno tiraría tantas cosas por la borda con tal de llegar a una meta... y descubrir que la meta nunca existió.
Es tan fácil querer e intentar ser lo mejor... y descubrir que das lo mismo.
Que aunque todas las palabras digan lo contrario, que aunque todos los gestos apunten a algo tan bacán, aunque las sonrisas y las incógnitas sean hasta interesantes... siempre diste lo mismo. Así me siento, así es: el único que jugó este juego fui solamente yo.
El resto, sólo se burló. A diestra y siniestra. O al menos, así se siente.

Es más cómodo apuntar a que el destino falló y no yo. Que algo pasa por algo y que es "mejor" así. Pero no puedo evitar que todo esto me esté invadiendo y que me esté convirtiendo en alguien cada día menos crédulo, menos confiado, menos honesto, menos yo.
Que me corrompa al extremo de estar muriendo más de la cuenta.

Quizás debería desaparecer por algunos días. Y olvidarme de todo, si es que es posible. O matar una a una las ideas que podrían aparecer.
Detrás de cada rostro una mentira. Absolutamente todos. Y el daño se siente, a pesar de que nunca nadie quiera hablar. Y, sí, cuando llegas a entender la mentira, a procesarla, entiendes porque el resto te mintió. Aunque no por eso los justificas. No por eso son mejor...
Esto es demasiado...
Nunca lo pensé... ni la primera, ni la segunda, ni esta vez...

Me están dañando. Me estás dañando.
Y el daño sigue conmigo y vive conmigo, a pesar, de que probablemente mañana vuelva a hacerme el tonto y comenzar a fingir que todo esta bien. Vender un cuento, una pomada y nunca poder decirla, porque daría lo mismo.
Porque a fin de cuentas, probablemente toda esta historia siempre estuvo únicamente en mi inquieta cabeza.




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Now playing: 3 Doors Down - When I'm Gone
via FoxyTunes

2 comentarios:

pupitis dijo...

uuuuuuuuf
te entiendo... y lamento que tengas que sentirte así, pero he pasado por lo mismo y sé lo triste que es. Y lo agotador de estar pretendiendo que estás bien, cuando no es así. Y la frustración de descubrir mentiras. Pucha.Yo sé que lo que menos te interesa es lo que te pueda decir, pero bueeeee... nunca sobran las buenas intenciones.
Un abrazo.

Esebloguero dijo...

Dicen que cada cabeza es un mundo. Entonces todos, con nuestras cabezas, formamos un universo. Y si algo le pasa a uno, algo le pasa al universo.