domingo, 27 de mayo de 2007

Metro.

Estar y no estar. Mirar, observar, notar que todo fluye, pero realmente no pasa nada. O si está pasando, no se nota. Para nada, porque no estás ahí.
Estás en otro lado. Está cerca de alguien, pero no de los que te rodean. Das vueltas, girando, círculos que terminan perfectos, que te dan ganas de más. De seguir, de no estar.

Estabas en Viña, en la "ciudad bella", en ocio, tiempo de calidad. Tu trabajo te aleja, tomas el metro. Te despides de tu familia. Tomas y esperas. Te pones los audífonos, pones música a lo que más da. 19 en tu caso, no es mucho, pero le pones
mute a todos a tu lado. La idea de estar solo vuelve, te acompaña, te protege. La seguridad es efímera, pero en este momento, al menos existe.

Error, la pila se acabó. La música que oyes ya no es la tuya. Escuchas las típicas canciones de ascensor en la estación. Piensas que la espera se volverá un tanto insoportable.
Decides concentrarte en el helado que aún traes: el de chocolate con naranja y el café
king.
Comes. Unas minas te miran. Cuchichean. No importa.

Llega el metro, subes y te aíslas. Como lo hacías antes. Cuando estabas tirado por los suelos esperando que algo pasara. Algo, que por cierto, jamás pasó.
Miras por la ventana y ves el paisaje. El paisaje bloqueado por la humanidad hecha máquina. Por las torres de tubos que llevan gases, por las luces que parpadean y las chimeneas en llamas. Tratas de mirar a fondo, al horizonte, pero te retractas. Miras más acá. Más acá de todo, miras al reflejo. Y te ves. Contento, supones. Al menos mejor que antes.
Ves el reflejo y no es precisamente lo que quieres, pero éso nunca lo has sabido. Pero te vale, es suficiente.
Lo justo.

Barquillo. Finaliza el helado.

Piensas: todo giró de nuevo. Cambiamos, pasamos a otra estación. Hay gente que quedó esperando tu tren atrás. O tal vez no. Es probable que hayan tomado sus propios trenes. Es lo más seguro. Lo más simple, nada que culpar.
Pero todo esto te lleva a que, para variar, te gustaría volver. Tomar unos pasos atrás, y volver. Tener de nuevo las mismas sensaciones. Los mismos hechos, los mismos miedos. Enfrentarlos de nuevo, pero poder aplacarlos. Vivir bien. Conseguir lo que por miedo despreciaste. Volver a tener los lazos que te obligaban a estar en un solo lugar. Volver a tener en tus propias manos los lazos que de alguna manera "obligaban" al resto a estar contigo. Aunque suene egoísta. Aunque, quizás así lo sea. Pero las circunstancias y las coincidencias te hacían feliz. Porque todos debían estar ahí...
Y tú también...



Se va vaciando el tren, vas quedando solo. Como quisieras. Pero ya llegaste.
Al bajarte, al pasar la tarjeta, al estar llegando a tu casa, notas que estos pensamientos te están invadiendo. Y que eso podría ser un gran error. Podrían dejarte dentro de un foso con salidas inaccesibles. Deseas terminar con ello, pero para eso necesitas ocupar lo que siempre has hecho: escribir. Escribir y verlo ajeno, sentir que ya, en parte, no es tuyo.
Que se aleja un tanto, que te puede dejar más tranquilo. Pero, después de todo...

Te gusta recordar, te gusta volver atrás y soñar lo que ya fue.
Lo que nunca alcanzaste. Lo que quizás mañana podrías intentar.
Pero por ahora, concentrarte en tu vida, la nueva, la actual.

La ya, tercera oportunidad.


___________________________________________
Una entrada algo distinta.
Pero, no sé, me nació teclearla.
Eso, se cuidan.

Saludos.

6 comentarios:

Alegría dijo...

me gustó tu "reflexión"... me recordó a shinji ikari cuando pasaba pensativo por los bagones del metro y se sentaba a escuchar música... se acostaba a escuchar música... y el weon vivía en su mundo todo el día con los audífonos puestos...
interesante analogía lo del metro.-
saludos!
ale.-

mkonjibhu dijo...

FUGUEEEEEEEEEEEEEEETTT!!!!!!!!!

XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

igual wen escrito


nos taríamos viendo en otra pwneada de dota x parte tuya XD

Theo dijo...

Uy, sí que es fome cuando se te apaga el reproductor de repente y te das cuenta que la pila se acabó.
Pero es peor cuando llevas el reproductor y te das cuenta de que no llevaste pila.

En fin, debí haber puesto un comentario serio para una entrada seria, pero he decidido no hacerlo.

Anónimo dijo...

no es que no me gustó tu entrada, el problema es que me hace pensar muchas cosas y me pongo depresiva... más de los normal, hay muchas cosas que escribiste que siempre me dan vueltas en la cabeza y que por miedo siempre trato de evitar... prefiero tratar de no achacarme por eso e intento "superarlo", vamos que se puede!

asdf dijo...

está ambientada en un día gris de invierno?

me sentí como cuando me pongo el reproductor a todo volumen y voy arriba de alguna micro, por las calles de Temuco mojadas y con luces anaranjadas...

fue como déja vù... something like that :P

besoooooS!!

Anónimo dijo...

"Te gusta recordar, te gusta volver atrás y soñar lo que ya fue".

Es inevitable, pero no hay que quedarse atrás.

Saludos!