sábado, 8 de noviembre de 2008

Extractos de hojas muertas.

Extraído del cuaderno de Materiales que llevé conmigo cuando me fui.

No sé si esto está bien. Me siento mal, esto no debería haber pasado... Yo... ya no sé. No tengo idea que está pasando, aunque sé que todo ya pasó. Y nada va a seguir pasando, ¿no? Así son las cosas, supongo. Así es como se maneja el mundo y es así como debería acostumbrarme a vivir. Aunque es difícil y sé que costará. Y que es muy probable que jamás me acostumbre. Tengo que escribir algo más y luego tratar de dormir un poco.
Dormir y esperar no despertar más.
Aunque en esta cama, y en este lugar, sería demasiado dramático.

Miércoles, 29 de octubre de 2008. - 1:57am

La mañana está tan clara, tan aburrida y tan obsoleta. Recuerdo cuando estaba en mi casa y despertaba a estas horas y solo miraba para el techo porque no sabía que más hacer. No tenía nada como motivación. Quizás un poco como hoy. Repito la frase: mi vida es un desastre. Esos pequeños secretos que no puedo contar ya se están arraigando a mi. Quizás no es el mejor día, ni la mejor forma de hacerlo, pero es necesario que me vaya a algún lado, que cambie de aires antes que el aire de aquí me asfixie.
Y sea tan tarde que ni siquiera me haya dado cuenta...

Miércoles, 29 de octubre de 2008. - 9:23am

Mis ojos están cansados. Igual que mi pies. He cachado que los últimos días me he reído poco. O sea, de verdad, porque fingir siempre ha sido fácil. También he notado que todos lo toman como una broma o jugarreta mía, y eso ayuda en el sentido que quizás es mejor así. No me veo llorando en el hombro de nadie por ahora.
¿Qué hago? Tengo suficiente plata para ir... pero no para volver. ¿Y si me voy para no volver? ¿Falta despedirme de alguien o sólo debería partir? No creo que quede con cargo de conciencia ni nada... pero si me llevaré la pena igual, no es algo que se vaya a extinguir así como así. Quizás... quizás los kilómetros ayudan a olvidar: un metro por recuerdo no estaría mal.
Qué egoísta. Por hoy, da igual.

Miércoles, 29 de octubre de 2008. - 11:44pm

I'm free. La carretera, la echaba de menos. No me siento ni mal ni bien aquí. Sólo me siento. Esta debe ser ya la VI región, ¿no? Ni idea, el paisaje no cambia mucho, igual que mi estado de ánimo. Si tuviera más tiempo, me gustaría caminar esto. Y acampar, o algo así, auto-exiliarme de la sociedad, de todo, hasta de las responsabilidades más básicas y que sólo me importan a mi. Total, conmigo o sin mi, nada cambia, sólo se mantiene. Mentiroso: cuando vuelva habrán novedades, y la mayoría no me van a interesar, y las que me interesen, sólo me dolerán.
Tengo que congelar todo esto.

Jueves, 30 de octubre de 2008. - 2:20pm

Espero que nadie me vea. Espero no tener que dar explicaciones de esto, ni de nada. Quizás me afectó demás. Siento que todo cae, que se desvanece y que mis piernas se hacen más rígidas y se trizan y yo tengo que soportar el dolor de caminar así. Da lo mismo que el cuaderno se manche ahora con "lágrimas". Que llovizne ayuda, sirve, hasta llena. Las luces de Chillán rebotan sobre minúsculas gotas que hacen parecer que afuera hubiera una celebración, como año nuevo, o algo así. Una gran y puta ironía, aunque quizás esto también sea una celebración.
Algo más estúpida, más macabra, quizás...
Ya ni sé que estoy escribiendo...

Viernes, 31 de octubre de 2008. - 4:35am


¿Donde estoy? ¿Donde quedó todo? Aún no entiendo cual es mi maldita afición con mantener todo esto, con mantenerlo y quizás esperar que cambie, o mejore, que sería la palabra perfecta. Soy tan imbécil. Tan necio. Mentir y caerse sobre lo mismo una y otra vez, y dejarme estar y caer sobre mi cama y mirar el techo y prender un pucho y quemarme los dedos. Esperar que se de vuelta, que mire hacia atrás y diga: "todo fue un error, que empiece todo de nuevo". Esperar, también, que los lazos, los cimientos se vuelvan normales. Lo que es imposible, pues yo no aporto ni contribuyo en nada para ello. Soy el mismo enfermo que siempre deja pasar lo que hay que decir cuando hay que decir. ¿Seré cobarde?
Soy cobarde.

Sábado, 1 de noviembre de 2008. - 7:10pm

Anoche intentó llover. Maldigo no haya pasado. Anoche miraba como el cielo se me hacía desconocido, distinto, casi irreconocible. Pero era el mismo, ahí estaba, como en El Laja, como en Chiloé: más claro, más firme, más tangible, incluso. Podría haber estado horas mirando, pero hubiera sido sospechoso. Total, aquí nadie nota nada. Es mejor así.
¿Quién dice que es difícil olvidar? Las cosas siguen su curso, y uno siempre es reemplazable, o descartable. O ignorable.
Culpa mía por no ser un tipo que quiere destacar, es la condena directamente deducible de ser como soy. Cuando nadie te necesita, sabes que da lo mismo donde estés: pasas desapercibido igual.

Domingo, 2 de noviembre de 2008. - 6:29pm

Sí, ya me lo dijeron... debo volver... pero ¡no estoy seguro! Creo que necesito más tiempo... más de la nada misma... acomodarme a esto, tratar de domesticarlo como la forma de vida... Esto es lo que andaba buscando, ¿no? Esto es lo que quiero que sea mañana... ¿Es así? Los deseos, cuando son alcanzados dan miedo. Tengo miedo, tengo pena, tengo rabia de que esta sea la única solución que vea como viable, como simple, como lógica. Pero simple no es: es aterrorizante, es enfermiza, es radical... salvaje, solitaria.
Solitaria.

Demasiado sola.

Solo.

Solo por elección, solo porque no hay forma de acercarse a nadie.

Solo porque así es como debe ser...


Así debe ser...

Lunes, 3 de noviembre de 2008. - 3:40pm


El viaje terminó. El bus va camino de Santiago a Villa alemana a 97km/h. Y yo no sé que conclusiones sacar de todo esto... Creo que me devuelvo con un nudo más, con algo inconcluso, con algo que debió terminar siendo definitivo. Estoy ahogado, estoy sumergido dentro de mí y el agua está densa. El paisaje es como de ida, pero sé que es un regreso. No sé como asumirlo, no sé como reaccionar cuando vuelva a pisar ese lugar que ellos llaman "hogar". Soy enfermizo, a veces hasta pienso que un parásito.
I'm ashamed of the person I'm. But if I could try...
No debería pensar tonteras... me sé los resultados de memoria, puedo predecir que pasará. Puedo predecir que probablemente mañana cuando esté en la pieza que solía conocer me tiraré sobre la cama y pensaré que aun puedo lograr algo. Pero sé que luego de eso, volverá a resurgir este pensamiento de abortar la vida que conozco y huir, porque eso es lo que hago. Que rabia ser así. Pero ya he intentado tantas veces cambiarlo todo y no ha funcionado: mi chip es así, defectuoso, por ende todas sus programaciones y planes e ideas fallarán, serán igual de defectuosas.
Debería ser como el resto y no atesorar nada, olvidar simple y vivir a vuelo de día. Vivir sobre recuerdos, sobre las cosas que uno hizo, sobre lo que fué especial para uno, nunca puede dejar algo bueno... La memoria es una tortura a la que ya me acostumbré, pero que no deja de pesar.
Puede que esté siendo cuático... pero no conozco otra forma de vivir...
Si es que a esto se le puede tildar de vida y no de intento-de.
Duerme, Felipe. Aprovecha estas horas que quedan en la carretera para tratar de refugiarte, de cerrarte un poco, de tratar de hacer un caparazón lo suficientemente resistente para lo que venga al volver...
Porque de que la pasarás mal, lo harás.
Y encerrarte es la opción que queda por ahora...
Antes del gran final.

Idiota, lelo, básico, parqueado, anormal, enfermo, estúpido.

Martes, 4 de noviembre de 2008. - 8:11pm

Nothing left to say.
¿O sí?


----------------
Now playing: Inmigrantes - El alma se llenó
via FoxyTunes

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Una cárcel que solía conocer.

Es raro como el aire que solí respirar, las calles que solía caminar, el clima, el teclado de mi computador, y mi rutina se me hace tan ajena y tan cambiada después de sólo una semana.
Las cosas están aquí cambiadas y no sé si lo justo es ponerme al día o dejar congelados esos días. Y partir de casi cero.

Ok, mi ausencia no se notó. O sea, no es me crea el hoyo del queque, pero igual bastó eso para cachar que el único que le tomó peso a un asunto que yo mismo terminé controlando para que no se me escapara fui yo. ¿Qué si se me hubiera escapado? ¿Qué si no estuviera tecleando en mi cama -que me parece de alguien más, con sábanas que no conocía, con una almohada que estuve tratando de hacer mía durante toda la noche-?
Supongo que da igual, será otro de esos rollos que quedarán permanentes sólo en mi cabeza y que omitiré de comentar.

Pero, cual es atado: avanzar. Yo sé que demoro en ello, pero, ¿y el resto? ¿y tú? ¿avanzaste?
Ha pasado tanto en tan poco. Y tan poco para un tiempo considerable.
Aún no sé que resta saber, ni si realmente necesito más tiempo o no, pero si sé que en la experiencia de vivir eso, en calles ajenas, solo por adoquines desconocidos y un cielo oscuro que llega a cobrar otro matiz; las palabras de Alexander Supertramp si cobran realidad: Happiness only real when shared.

Entonces, yo cacho que... no sé.
Supongo que aún en mi mente rondarán varios pensamientos entrelazados y otros sueltos referentes al partir, al adiós, a las despedidas, al frío de las mañanas y al dolor de pies y desodorante con sudor. A los quiebres, a lo propio, a la nada que uno al fin y al cabo tiene, a echar de menos lo que queda atrás o aprender a hacerse el ciego y fingir que puedes olvidar.
Soy bueno para ello, pero no creo poder fingir a ese nivel.

Idiota, siempre metiendo la pata, ¿no?
Creo... creo que por ahora es mejor aprovechar la coincidencia de que estoy aquí (al menos por ahora) y de que todos hayan coincidido en estar aquí al mismo tiempo. Más adelante... ya veremos, siempre hay una solución, dicen.
Las coincidencias acaban...
y después es demasiado tarde.



Demasiado.

What if I were smiling and running into your arms? Would you see then what I see now?

La única respuesta para saber ello es:

When you want something in life, you just gotta reach out and grab it.

So? Should we try?


----------------
Now playing: Eddie Vedder - Society
via FoxyTunes

miércoles, 29 de octubre de 2008

Runaway.

Ya lo veía venir. No era extraño que pasara. Es cierto, cuando un tarro se llena de basura pronto puede explotar. Y que mejor para evitar la explosión que no estar en el lugar de los hechos.

Ok, no fue el gran plan, básicamente salí corriendo. El avandonar una casa en la mitad de la noche es algo que me parecía de libro. Muy "Mala Onda", pero aquí estoy: en un ciber en un callejón de Viña esperando, haciendo hora.

Anoche dormí bien. Le doy las gracias por soportarme. Fue raro igual estar allí, o lo que paso: eso de ser como una despedida como si me fuera muy lejos (o quizás rollo mío xd). Fue rancio también que la micro se quedara en pana. Tanto que me negué (por una cuestión de no ser pecha, de no ser barza, de no dar ultra mala impresión) y al final tuve que hacerlo.
Mil sorrys.

¿Destino? ¿Mala pata? ¿Saleitor?

Ni idea.

Hoy me quedaré fuera, también. Necesito tomar un poco de aire, fumarme un par de puchos y sólo oir el iPod en vez de los mismos gritos de siempre. Bajan un poco la moral o es sólo que ya los he escuchado suficiente.
Soy un pésimo ejemplo, ¿no? xd.

En fin, mañana tampoco volveré. Me iré a Chillán. Pasaré unos días allá y supongo las cosas mejorarán o se pondrán más tranquilas.
Lo dudo, "pero la esperanza es lo último que se pierde". Si oh.
Yo creo que al volver se vendrán más gritos. O quizás indiferencia, que tampoco sería raro. No lo sé. Son este tipo de cosas las que no tienen punto de retorno, las que cuando suceden cambian las cosas de manera radical y uno quizás no estaba listo para asumir los cambios que vendrán, pero tendrá que hacerlo igual.

Ya, que cuático, si esto tampoco es novedad. Pero se siente como si lo fuera.
Supongo... supongo que tiempo al tiempo no más.

Anoche me di cuenta de algo: yo tengo buena memoria, pero anoche noté que me sé súper pocos teléfonos. Un par de celulares y un par de teléfonos fijos. Ni siquiera el de mi casa me lo sé. Yo creo que es porque sólo recuerdo las cosas que realmente me importan. El resto demás que lo olvidé apropósito.

Whatever.
Debo irme, tengo que terminar de arreglar un par de cosas, contactar a un par de personas y dejar que el día siga fluyendo en su raro compás: lento, soleado, irónico y algo latero.

No sé cuando vuelva a escribir.
Saludos a los que se pasen y gracias a los que me soportaron y soportarán estos días.

Y sí: Hola, soy Felipe y anoche me fuí de mi casa D: (para el grupo de auto ayuda xd).

Cambio y fuera.

sábado, 25 de octubre de 2008

Sunday Morning Call.

And in your head do you feel
What you're not supposed to feel
You take what you want
But you won't get it for free
You need more time
Cos your thoughts and words won't last forever more
But i'm not sure if it ever works out right
But it's ok. It's alright...
Pero no, no está bien. No está bien...
Y sí, necesito más tiempo para planificar esto, para que no falle, para que no haya arrepentimientos al partir. Lo que viene luego no lo cacho, es nuevo. Pero el miedo no es tan grande como esto... No.
Por eso puede que me atraiga tanto... por eso puede que sea la única solución.
Aunque conociéndome -¿en serio?-, sé que volveré a caer de nuevo en todo esto.

Sé que volverá a pasar...
Yo no fui diseñado para esto, porque en mi cabeza estoy sintiendo lo que se supone no debo sentir.



----------------
Now playing: Oasis - Sunday Morning Call
via FoxyTunes

miércoles, 22 de octubre de 2008

Manchones.

Un par de dilemas, serios traumas, decisiones que tomar, ¿Que hacer? ¿Virarse? ¿Mandar todo a la cresta? ¿Escapar?
¿Que pasaría? ¿Pasaría algo? Imagínate. Piénsalo un poco, pongamos las cosas en la balanza.
¿Qué pasaría? ¿Qué?
Y si te fueras, por ejemplo, si te marcharas sin mirar atrás, asumiendo la soledad, sabiendo que puede ser un error, un grave error, pero que igual te sentirías bien, ¿lo harías? Perderías la seguridad, pero, ¿qué significa estar seguro? ¿Alguien lo está? ¿Podrías admitir, sin hacer trampas, que realmente estás seguro?
Hay preguntas que es mejor dejar sin responder, ¿no?
Mala Onda - Alberto Fuguet.

Las sucesiones de horas comienzan a traslaparse con todos los manchones de tinta que hablan sobre mañanas perdidos y caídas y desiertos. Y se siente igual de frío.
No es que sea fácil, pero si algo más común tropezar así y darte cuenta que siempre eres un huevón. Dejar de exagerar y comenzar a destrozar para no tener nada que lamentar al partir, ése era el plan. Huevón.
La cuestión es no estar preparado, aún: asumir lo que uno quiere puede ser más fatal de lo esperado, porque puede ser realmente de lo que uno quiere huir, entonces, ¿donde está la solución? ¿la hay?

El miedo recurrente de la verdad comienza a palpitar, nuevamente, de tal manera que la respiración o los latidos reales se pierden dentro de una tonada casi epiléptica. Ya no se oye nada.
Un celular que ya no suena, un buzón vacío y una televisión sin señal van quedándose como adornos en un cuarto que parece de matrimonio recién casado: vacío y esperando llenarse de cualquier cosa. Pero no se llenará y eso, se huele a distancia.

No sé que es peor: yo o esta sensación rara que siento que hiela la espalda. Como por la nuca, un frío que quema, que se interna tan dentro de la médula en un dolor que amenaza con que es mejor disparar para evitar seguir pasándolo. Da igual, supongo, si da lo mismo. No son novedades. Aunque hay ritos o ciclos que me gustaría seguir practicando... pero esos, también se están perdiendo dentro de las hojas manchadas de tinta negra.
De tinta y sudor.

¿Otro cigarro más? Qué más da. Esto es como preparar las cajas para una mudanza, la única diferencia es que nunca se sabe cuando me mudaré ni a donde o si realmente me llevaré las cajas conmigo. ¿Y que contienen? Deducible, estúpido preguntar.

Supongo que nadie aprende realmente a vivir hasta que pierde un par de cosas importantes.
Lo que es por mí, aunque realmente no importe decirlo o leerlo, porque da igual, es sólo una historia más; algún día aprenderé a vivir.
Y a tratar de amoldarme de lo que trato de escapar: de mi mismo.
Eso, o resignarme al aislamiento del que tanto hablaba Ian Curtis.



----------------
Now playing: Joy Division - Isolation
via FoxyTunes

martes, 14 de octubre de 2008

Karma police, arrest me.

A veces el vacío, o lo incompleto, o ambas cosas, llegan a pesar como si uno cargara con una mochila llena de piedras o llena de libros de la u. Es tonto, sí, porque el vacío es la nada misma.
¿Cómo entonces puede pesar?

Karma se llama, cuando las cosas parecen perseguirte para hacerte pagar por las tonteras que has hecho. Dicen que todo se devuelve. Supongo.
No creo que Murphy esté vigilándome todos los días. Aunque como van las cosas, puede que sí.

Las calles se ven vacías y quizás yo desearía estaría estar metido en los roqueríos que quizás algún día podría llamar hogar. Pero, estas calles sin nada, ni perros, aún así me parecen cómodas, mientras miro ese cielo oscuro que he visto tantas veces y de tantos lugares distintos. Me acuerdo del Laja y cuando lo único que acompañaba todo ese momento era el ruido del agua cayendo. Quizás debería estar ahí.

"Quizás".

He llegado a pensar que esta película esta guateando con cuática. Si es que mi vida es una película, no tendría muchos espectadores ni aunque el cine estuviera a quina. Quizás sólo algún copuchento más aburrido o loser que yo. Lo dudo.
Es curioso, porque si esto es una película, siempre espero un crossover. Que otra película se sume a la mía y que me suba el rating. Que al menos me ayude a marcar 4 estrellas. Siento que, por ahora, estoy debiendo estrellas.
Pero no pasa, esta película tiene tan bajo presupuesto que otros directores o actores ven propuestas muchos más atractivas que esta. Y no los culpo, supongo haría lo mismo.

Creo que lo único que me sigue restando en esta película es ver otras películas y soñar, imaginar, que pudieron haber pasado en mi propia trama. O darle un final dramático, pero no me da la gana. Tampoco sé como hacer la trama más interesante. El vacío no es una trama muy interesante -y mucho menos entretenida- para una película decente...

Karma se le llama.

Karma police, arrest this man, he talks in maths
He buzzes like a fridge, hes like a detuned radio
Karma police, arrest this girl, her hitler hairdo, is making me feel ill
And we have crashed her party
This is what you get, this is what you get
This is what you get, when you mess with us...

-¿Señor Norambuena?
-Sí, con él.
-Usted queda bajo arresto.

For a minute there, I lost myself, I lost myself...


----------------
Now playing: Radiohead - Karma Police
via FoxyTunes

lunes, 6 de octubre de 2008

Along The Way.

Sábado, 8am. No lo pensé dos veces, el exceso de temblores y la manía de no poder estar quieto ayudó para no dudar: salí a trotar para cansarme. Lo necesitaba, quedar lona, muerto.
Leí un poco de Mala Onda. El episodio del Cerro Santa Lucía y las bicicletas y Antonia. Tomé una botella, me puse lo más cómodo que encontré y salí a enfrentarme a ése sol que venía saliendo hace un par de horas.
El iPod me ayudaba a concentrarme poco y sólo correr y sentir el viento. Pero no había bicicletas, ni era el Cerro Santa Lucía, ni había una Antonia conmigo. Pero, supongo, no podía ser de otro modo. Y quizás no debía ser así.
Corrí harto, por un par de horas. Cuando llegué, ya se acercaba medio día y yo estaba cansado, como quería.
Dormí todo el sábado, pero no fue suficiente.
No lo fue.

Lunes, 10am. Hacer hora es latoso. Contesté un par de mails y me puse a hacer cosas que jamás hago, leí cosas que jamás leo y, de alguna manera, todo era igual, a pesar de estar intentando romper una rutina que comenzaba a ahogarme.
Un tipo de al lado me habla y pregunta tonteras. Me apesta, decido virar.
Camino sin rumbo y en Av. Valparaíso me encuentro con alguien que no veía hace tiempo. Me pongo a conversar y me doy cuenta que no recuerdo quién es. Después de unos 10 minutos de charla suelta una pista y puedo recordar su nombre y de donde la conozco. Me siento más seguro, puedo controlar la conversación.
Mi camino sigue y me doy cuenta de que paso por varios lugares donde ya he estado antes. Pero no solo. Tampoco a estas horas. Y un par de recuerdos comienzan a aflorar.
El destino, a pesar de querer sorprenderme y llevarme a algún otro lado, era obvio: roquerío de Av. Perú. Mismas rocas de siempre.
Un cigarro, leer el final de Mala Onda y dejarme sumergir dentro de todos los pensamientos que se venían cosechando. No lo puedo creer.
Me dejo llevar por el momento y pierdo el control de mis emociones. Ha sido todo tan extraño, tan nuevo, tan poco común.
Y aún así rutinario. Lo usual.
Mala Onda está por finalizar y reléo al menos dos veces:

"Eres un pesimista", recuerdo que me dijo una vez, a lo que yo le respondí que sí, que lo era pero que eso era una ventaja.
-¿Por qué? -me dijo.
-Porque siempre espero lo peor. Así, cada vez que no ocurre, me sorprendo. Quedo feliz. Y cuando ocurre, porque de que ocurre, ocurre, no me deprimo ni me decepciono. es lo acostumbrado. Es lo normal. Es como es. Pero no necesariamente como debe ser.
-Y yo, ¿te sorprendo?
-A cada rato.
Pero no me sorprende. Quizás en otro momento, pero ahora no.
Y ahora que lo pienso, ¿qué es lo que me sorprende hoy en día?
¿Contesto?
Mejor es quedarse callado.

Paso una hora sentado, viendo el mar, viendo las colillas que tiro a las olas, sintiéndome algo culpable por contaminar. Me paro, esto no puede seguir así.
Camino y una estatua humana, que señala al oriente, me guiña el ojo. Como en Amelié. Lo veo, pero lo ignoro y pienso en el oriente, en Bangkok, en Beijing, en Shangai, en el Tibet y estar perdido, muerto de frío, alejado y solitario, ajeno a todo pero aún así más centrado, más cómodo que en todo lo conocido.
Y me deprime, me arrebata.

Es tarde, mi clase va a comenzar y yo estoy lejos. Quizás más lejos de donde realmente estoy.
Mis manos no sienten las paredes que tocan, pero sé que mis pies avanzan, aunque no los puedo ver.

¿Qué resta ahora? Quizás el cierre perfecto para una mañana que se cae a pedazos dentro de un pozo de recuerdos -que laten y salen y se dejan ver y hacen sentir- es no seguir. Es abandonar.
Volver me supera y refugiarme en el metro me parece más ideal.
Más certero.

Aunque, siendo sincero, ya no tengo certeza de nada.


----------------
Now playing: The Honorary Title - Along The Way
via FoxyTunes