jueves, 15 de mayo de 2008

Póstumo. (Ficción)

Un poco de agotamiento. Un poco de insomnio y algo de alcohol.
El vaho se acumula en la ventana, mientras el frío que desgarra desde afuera amenaza con entrar y congelarlo todo.
Ojala y pudiera ser verdad. Que todo quedara cubierto por hielo, congelado, detenido. Todo sin avanzar, todo quedando en éste preciso momento. Justo ahora, recordándote en el momento tope. Recordándote como te quise conocer. Cómo es que te conocí.
Y no cómo tendré que olvidarte mañana.

Una taza negra llena de un café sin fondo. Mi cuerpo lleno de frío y únicamente mi estómago hirviendo, un café en llamas, que poco a poco se expande por mi. Y mi mente, que sólo trabaja recordando y visualizando cosas.

Cómo la casualidad de que existieras. Cómo todo esto que esta pasando y no. Cómo todas las decisiones que he tomado y nunca logré concretar. Cómo este miedo que no sé explicar.
Por momentos logro ver tu cara impresa en la delgada capa de vaho en la ventana. Y esos ojos que no saben mentir.
Pero conforme empieza de a poco a subir la temperatura, tu imagen se desvanece y se pierde. Y, por alguna razón, no la puedo recuperar.

La letra “a” finaliza el nombre que escribo sobre el vaho que se ha formado en la ventana. Más acá de todo el frío que me rodea.
Prendo un cigarrillo y creo que entro en esa fase de nuevo. En esos estados melancólicos, vagos. Denigrantes, fomes. Incomprensibles, lateros.
Geniales, emocionantes, dulces.

Es tan fácil quererte. Es tan fácil ver tus fotos y verte feliz. No sé, fotos que no me pertenecen, fotos que busqué para poder sentirte algo más cerca.
Cualquiera lo hace, no es tan anormal como pensé.
Es tan fácil ver tus fotos y saborear tus sonrisas.
Devorarme cada fragmento congelado de tiempo solo para mí. Quizás pasarme un rollo, imaginarme que quien te abrazó en esa foto fui yo. Que con quien reías, era conmigo.
Es tan fácil imaginar tu cara de la nada. Y recorrer los contornos que delinean tu rostro. Y esos grandes puntos suspensivos que son tus ojos. Esos que absorben todo lo que se posa delante de ellos y que brillan descaradamente.
Es tan fácil pensar que quizás tú me quieres. Imaginarte de la mano caminando por calles llenas de personas. Hablando, quizás en silencio. Quizás un beso. O un abrazo que nos mantiene en medio de la multitud que se hace a un lado.
Es tan fácil pensar en ti. Recordar todos los mínimos momentos que hemos pasado, y que son tan importantes para mí y que probablemente nunca has notado.
Es tan fácil echarte de menos. Escuchar en mi mente tu voz, y las palabras que descuidadamente salieron de tu boca. Pensar en donde estarás, que tan lejos. Que tan cerca. Con quien hablas, a quien diviertes. Que suena ahora en tu playlist.
Es tan fácil pensar que pudieras aparecer a mi puerta. O yo en la tuya, rebuscando alguno de los pocos pretextos que me puedan quedar para hablarte.

Es tan fácil llorar por ti. Es tan fácil reír pensando en ti.
Es tan difícil saber que decirte. Con qué llamar tu atención, con que rellenar los huecos que quedan en mi habla cuando tan sólo te veo y ya nada más me importa.
Es tan difícil querer sentir tu aroma. Tratar de acercarme, de querer respirar de ti. De querer sentir tus cabellos rozándome la cara. De sentir tu piel tan suave y etérea.
Es tan difícil verte. Encontrar un momento en el destino que pudiese asemejarse a una coincidencia. Aprovechar una planeada situación para mirar tus ojos sin culpa. Sin sentirme presionado o miserable.
Es tan difícil acercarme. Es más fácil abrazar a un desconocido, o a alguien que odio que tratar de entrar en tus brazos.
Es tan difícil decirte que estoy sintiendo hoy. Que ya no puedo acercarme a ti sin las ganas dementes de tomarte y no dejarte ir. De besarte y apretar tus manos delicadamente.
Es tan difícil amarte.
Es tan fácil quererte.
Es tan complejo pensar que me estoy volviendo loco por esto.
Es tan difícil dejarte ir y tragarme todo esto…

Termina la sesión.

Centro de nuevo mi visión sobre el vaho y miro a través, hacia donde está ese auto calentando el motor, bajo ese capó lleno de escarcha. Y pienso en todas las razones que acabo de formular. Y aunque ocupes permanentemente mi cabeza, sé que debo dejarte ir. Verte a lo lejos subir a un auto lleno de maletas y mirar. Sin decir adiós.
Porque en el fondo, si es que de verdad te quiero, lo mejor es que yo no esté más alrededor.
Y que tú partas es en cierta forma más fácil que lo haga yo. Es más correcto.
Un poco más fácil de digerir. No de asumir.

El vaho de la ventana ya casi no existe. Y a lo lejos veo tu auto partir.
Decirte adiós sería demasiado cruel. Veo que te vas, donde supongo, serás feliz.
Más de lo que yo pude intentar.
Te vas y te pierdes en el horizonte. Y yo sé, que queriéndote, lo mejor es dejarte ir.
Y callar todas las palabras que nunca me atreví a decir.
El frío se ha ido. El sol se sobrepone e irradia calor en todas direcciones.
Pero yo, aún sigo congelado.
Aún tengo frío.
Mejor... acostumbrarse.
Aunque sea lo más difícil que jamás me haya podido pedir.


_____________________________________________

Lo escribía mientras daba vueltas hoy por Viña. No se me ocurre que más poner.

Chau.


martes, 15 de abril de 2008

Ensayo.

No es tan fácil volver a imaginar...

No. No lo es. En lo absoluto. A veces incluso pienso que es una perdida de tiempo.
Y quiero volver a hacerlo. Quiero perder ese tiempo, malgastarlo, dejar sangrar las palabras, la líneas negruzcas.
Quiero intentarlo de nuevo, pero aún no sé si pueda. O si ya lo perdí todo.

Nah, debo estar delirando. Al menos, es más fácil que aprender a llorar.
¿No?





¿No?

martes, 26 de febrero de 2008

Closed.

Cerrado indefinidamente. Hasta que tenga algo que contar.
Ya luego empezarán las clases, y ahí, supongo, saldrá algo.

Por lo demás, les quiero pedir perdón por la entrada de Antonia que nunca subí.
La verdad, estuve a punto de iniciar el juego un montón de veces, pero últimamente siento que ese ciclo está cerrado, y lo prefiero así. Y subir la entrada, sería re-abrir algo que no merece mayor análisis.
Que no merece pensar más en ello...


En fin.
Me despido.
Si vuelvo, sabrá de mi. Si no, pues no.

Esop.
Chavelas y cuídense todos los que alguna vez pasaron por aquí.

Adiós.



----------------
Now playing: Placebo - Song To Say Goodbye
via FoxyTunes

miércoles, 20 de febrero de 2008

Ciclo.

Caer en ciclos
Volver a la rutina
Darse cuenta de súbito que comenzó la película de nuevo
Tratar de rebobinar
Y ver que ya no queda que observar

Vomitar palabras que no existen
Ubicarlas dentro de un chiste innusual
Perder la apuesta conmigo mismo
Otro error
Nada fatal

Va y ven de respuestas
Murallas de inocencia que se resquebrajan con el sol
Hacerme el sordo
Sentir la inconsecuencia
Volver a lo mismo, otra vez

Escuchar las risas ajenas
Envidiar la falta de interés
Hacerse el tonto es lo más creíble
Volver a pecar de animal
Nada fatal

Comerse los pasos
Aguantar el humo con dificultad
Esperar que alguien de la primera bofetada
Tratar torpemente de reaccionar

Ver tus ojos y tener vergüenza
De no poder hablar con verdad
Cortar los sentimientos a media línea
Otro ciclo, nada de que poderme asombrar
Sólo lo regular

So, would you fade to black with me?



----------------
Now playing: Goo Goo Dolls - Iris
via FoxyTunes

martes, 5 de febrero de 2008

A pata.

Tener complejos en la cabeza es algo que te incita a la desesperación. Y la desesperación conlleva hacer algo desesperado para poder apalearla.
Yo opté por algo más sereno: salí a dar una vuelta solo.

El i-pod dice: The Road I'm On, Three Doors Down, Away from the Sun 67 de 419.
El libro dice: Alberto Fuguet - Tinta Roja.
El cartel dice: Paradero 13.

Voy a Viña. Solo, porque es como necesito estar. La micro va repleta, con olor a sudor, a desodorante. A helado de crema. Va llena y de a pares. El único asiento desocupado, es el que está a mi lado. Y quizás en algún otro momento, me hubiese incomodado. Pero, ahora no. Porque estoy aprendiendo a abrazar mi soledad.
Me dedico únicamente a escuchar los temas que salen disparados a mis orejas por los audífonos del i-pod, y devorarme las letras del libro nuevo que compré.
Únicamente a eso, y quizás tienen su efecto, por momentos me da por querer llorar. Pero el sudor y el ruido de la micro ayudan perfectamente para disimular.

En Viña observo a todos esos ríos de gente que parten furiosos con rumbos inciertos. Toda esa cantidad de extranjeros y turistas metropolitanos. Todos, juntos, grupos de personas.
Y como la soledad es mal vista en este país, mi paseo se hace notar.
Me dirijo hacia el mar, a sentarme un rato en las rocas y ver si puedo huir de toda la mala onda que me acompaña.
Quizás para pensar debería estar en silencio. La calle no es el mejor lugar, pienso. Pero después de todo, para estar solo, para estar realmente solo, no es necesario estar enclaustrado.
Basta con estar rodeado de gente que no conoces.
Y que no te interesan.

Los pensamientos son levemente opacados por la música a todo volúmen, y el incesante va-y-ven del oleaje. Decido cambiar de rumbo, moverme.
Un niño, de unos 6 años, viene y se me acerca. Me mira y después de unos segundos noto su presencia. Dice algo, pero no lo oigo por el audífono. Y al momento de tratar de quitármelo va y me da un beso. Dice algo y corre por las rocas hasta alcanzar a su mamá.
Sólo atino a decir "gracias". Y aunque detesto a los niños, eso no fué tan desagradable como pude pensar.
Me paro, y comienzo a caminar.




Llevo horas buscando algo, que aún no puedo encontrar. Mala cuea, pero después de todo, pudo mantenerme ocupado y así pausar la conversación que dejé pendiente conmigo mismo en las rocas frente al mar.
Me di vueltas por Av. Valparaíso, entré a un par de galerías, para dar por terminada mi búsqueda saliendo de la galería caracol, al lado de un par de pokemones-emo-otakus-lais.
La búsqueda, por cierto vacía.
Sin nada que la corone.

Me siento en la plaza que mira directo hacia un complejo de estacionamiento, frente a Fallabella.
No puedo evitar prender un cigarro y volver a cuestionarme todo lo que quedó pendiente en las rocas.
Sacar esa mala onda, esos rollos sin fin y escuchar por última vez de forma continúa todos esos temas que me llegan a la médula. Al cucharón, diría si me considerara más mamón. Pero no, no son sólo temas que hablan de amor y cosas por el estilo.
Me retratan a mí, y eso es peor. Porque en el fondo te recuerdan quién eres, aunque intentes huir de ti. Y yo, quería huir. Cambiar.
Terminar con lo pensado, con las ilusiones.

Después de todo, creo que no lo logré. Pero si, al menos, logre acallar un poco a todos esos sentimientos erráticos. Y que serán así hasta que realmente tengan a alguien en quien basarse. Que quizás está, pero siento tan huevonamente como soy, aún no me he dado cuenta.
Aun no se va del todo la timidez.

Muchas dudas y muchos cuestionamientos propios. Y sólo la esperanza de haber encontrado a alguien que valga la pena.

Miro hacia un lado, en la banca que me senté. Hay dos abuelos, que rien y se besan. Que hablan.
La música lo distorciona todo, y al no poder oir, parece como si estuviera viendo un comercial. O una película...

Until the end, until this pool of blood
Until this, I mean this, I mean this
Until the end of...

I'm trying, I'm trying
To let you know how much you mean
As days fade, and nights grow
And we go cold ...

Todo está bien. Respiro, hora de partir.




La micro está más vacía. No soy el único que está solitario en los asientos pareados.
Me dedico de nuevo a la lectura y a los últimos temas que oiré.
La vuelta se hace más corta que la ida y todo en el ambiente se siente más relajado.
Más liviano. Sin olores.
Sin darme cuenta estoy llegando.

But there's somethin about us I've got to do
Some kind of secret I will share with you

I need you more than anything in my life
I want you more than anything in my life
I'll miss you more than anyone in my life
I love you more than anyone in my life

Comienza a finalizar Somehting about Us. Inicia Wonderwall.
Pongo el marcador en un capítulo sin terminar.
Cierro el libro.

-En el paradero, porfa.


----------------
Now playing: Daft Punk - Something About us
via FoxyTunes

lunes, 4 de febrero de 2008

Parqueo.

Sentirse solo y parqueado es tan terminalmente enfermo. Es tonto, pero es a lo único que me puedo resignar en este momento.
No hay nada más que hacer.

A veces pienso que he visto mucho cine. O leído demasiados libros, y que eso ha logrado que me pase tantos rollos extraños, o que me provoque ver la realidad de una manera tan distorcionada. Empezar a creer que lo que pienso de alguna manera es verdad. Y al final darse que cuenta que todo eso es nada más que un mero rollo, un cuento que me dí el lujo de creer.
Y cuando crees algo que te acomoda tanto y que te llena y te sube a un altar, lejos lo peor es darte cuenta que fuiste tan inepto como para basar felicidad en un triste chiste. Ahí, cuando tu mundo se cae de nuevo y tocas el suelo después del porrazo, el único sentimiento plausible es el de la vergüenza.
De uno mismo.

Porque, si lo analizo bien, nada de esto es posible. Demasiado bueno. Mucha maravilla junta.
Entonces, ¿qué resta pensar?
Quizás, se puede vislumbrar como posible salida el actuar y sacarte de dudas. Dejar de esta hueviando por la vida y hacer algo que realmente te saque de dudas y de todos esos ratos de letargo en tu cama con música ad-hoc en los que paso con frecuencia. Unas palabras de doble sentido, o para ser menos huevón, derechamente la verdad sin ninguna anestesia.
Así, a la vena. Escupida en la cara.

Pero no. No es tan fácil, y menos para un cobarde como yo que siempre ve como se le pasa la micro y se escapa tan rápido, que los últimos pasos para alcanzarla quedan para el ridículo.
Ni siquiera público, si no, propio, que es más doloroso.
O menos absorbible.

Pero que importa, después de todo, es tan usual. Esperable, por decir menos.
Y aunque me den unas ganas de decirte tantas cosas, sabes perfectamente que no podré. Que no tendré valor, aunque recuerde la forma de esos ojos que no sé de que manera interpretar sin salir tan pa-trás.

Pasarse rollos se le llama. Creer que todos los momentos especiales que existieron para mí, fueron de igual manera para el otro.
Cuando probablemente, jamás ha sido así.

¿Y cómo salir de la duda?
Vuelvo al mismo tema sin salida.

Como decía en Mala Onda: "Uno piensa que por sentir algo por alguien, ese algo se deposita en el sistema digestivo del otro". Esa onda. Así de simple.

Y al fin y al cabo, puedo apostar contra mí que también desaparecerá y que nunca sabré si todo era verdad o nada más que otro cuento mío. Otra película clase-b proyectada en un cine de bajo presupuesto, como lo es mi cabeza: podrida y distorcionada de tanta película y libro.
Y música.

Otro final abierto, supongo.
Otro pensamiento sin pies ni cabeza.

___________________

No tengo ganas de publicar nada por el momento.
0 ganas de escribir o empezar el jueguito.
Ésto, salió de excepción.

----------------
Now playing: Oasis - Wonderwall
via FoxyTunes

sábado, 5 de enero de 2008

Me voy.

Esop, me voy pa'l sure por unos 15 días.
Voy a buscar las vaquitas, uyuyuyuii, pa ordeñarlas, uyuyuyuii, y a comer curanto, uyuyuyuii (no me gustan los mariscos) y a hacerme amigo del Trauko y los centuriones, uyuyuyuyuii y a bacilar cuecas con los alacalufes, uyuyuyuii, y a caminar sobre lava por el Llaima, uyuyuuui...

Y huevás.

Así que a la vuelta nos vemos.
Y publicaré la famosa entrada de Antonia, pero ojo, eso sí, después de meditarlo por un par de días, no será tan pública como este post.
No señores, no.

Haré un jueguito antes para que los que realmente sean copuchentos, puedan leerla.
Así es. Obvio, ya que es una huevá que me muestra como ser humano indefenso y todos sabemos que soy como dios, así que no puede ser tan fácil.

Los requisitos para jugar son:
-Tener un blog.
-Ser copuchento.
-Querer leer la entrada en realidad.
-No divulgar la ubicación URL de la misma.

o.o Esop.

Por lo demás, me viro, tengo que levantarme a las 5am. Genial, son las 3:32, tengo 2:28 hrs para dormir. Cool.

En fin, nos vemos, campeones.

See ya.



----------------
Now playing: Alien Antfarm - Smooth Criminal
via FoxyTunes