domingo, 5 de julio de 2009

9am.

9am y Hurt -covereada por Johny Cash- suena en el VíaX.
Ahora está Gonzalo Frías hablando de una película que no cacho. La tele está con volumen bajo.
Las 9am de un domingo y estoy despierto. Demasiado despierto.
Ahora sale Marilyn Manson.

No sé si decir que julio fue el peor mes o septiembre fue el peor mes del año pasado. Esto, claro, es un comentario gratuito de mi parte, que nace por estar leyendo cosas. Leer hacia atrás siempre termina en un efecto similar a este. Ok, ahora me da lo mismo. Creo. Cambiaron las circunstancias, las cosas son distintas. Los años tienen esa gracia: hacen a los julios y los septiembres distintos. Este julio es distinto, o al menos, comenzó distinto. Mucho.
Menos mal.

Estoy estirando un día, yo cacho. Ahora, manteniéndome despierto. Leyendo se me pasó la hora (horas) volando. Almacenando horas y horas de cosas que ya he vivido en mi corteza cerebral. Repasando datos, fechas, curiosidades, momentos; remarcándolos de tal manera que sean difíciles de borrar. Como plumón permanente en pizarra de colegio. Como pasadas de cuchillo cartonero, en realidad. A eso me dedico. Al menos, ahora. Hace un par de horas estaba concentrado, asumiendo. Digiriendo. Estaba acostumbrándome a pasar la tensión. A sentirme algo más liviano, creo. A relajarme. Supongo que estaba muy sumergido en la velocidad, las ojeras, en dormir poco.
Pensándolo bien, quedan pocas cosas de ello. Para mejor. Algunos sábados pueden ser un botón de ello. Otros, como hoy -ayer-, por suerte -causalidad-: no. Son mejor.

No sé que tanto aseverar que la gente cambia. Por su bien, espero que sí. Aunque las viejas manías nunca mueren. Hoy... uhmmm, creo que hoy veo todo eso distante, lejano. Ese julio y ese septiembre están demasiado lejos. Paradójicamente, no tanto; pero lo suficientemente lejos de mi umbral de dolor. Ya cicatrizó. Fue un error de todos. Eso fue: un error.

Filo: estoy hablando un tema que ya está más que muerto. La cuestión es que me acordé, nada más que eso. El punto de negar todo eso y acordarme la lata que fue es para hacerle el peso, el contraste al julio de hoy. Supongo -y espero, en serio- que sea totalmente opuesto. Totalmente contrastados: un azul de ese rojo. Un blanco de ese negro. Un celeste -que fome el celeste- de ese
café -me carga el café, es color caca-. ¿Se entiende? No sé: más sano, digámoslo así.
Más... ¿feliz? Puede ser.

Anyway, digamos que hoy sí soy algo más feliz que hace un par de días. Tranquilo, queda mejor.
Es curioso como algo o alguien te cambia el humor tan rápido. O como es que el julio pasado fue tan malo y yo juro de guata que este será tan bueno.

Nah, no es para nada curioso. Pero, digamos, que para mí, ahora, ahora mismito: sí.
¿Ok?


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