lunes, 29 de junio de 2009

A day that should be banned.


A veces la piel se hiela al mínimo contacto. A veces, la vida te tira pruebas encima para saber realmente donde vas.
A veces, uno esta completamente perdido en un lugar conocido quejándose por lo que le tocó pasar.
A veces, la vida es como hoy.

El cielo se ve como de primavera. Las nubes se fueron y la lluvia sigue evaporándose allá afuera, cruzando la ventana. Traté de despertar lo más tarde posible, pero -como si los deseos fueran un tabú y se está prohibido desear, así que tienes que callarte y perder- desperté mucho más temprano de lo que pensé. Digámoslo así: esta será una semana eterna, larga, fome, de rutina, másica, trámite largo, de banco; fría y probablemente, penosa. De pena, de tener pena.
Básicamente, el modo con el que me enfrento a esta semana es: muy vestido, por ser friolento; con el iPod cargado, con palabras atoradas en la garganta, con ojeras negras y enormes, con mucha cafeína y nicotina en el cuerpo y con varios deseos frustrados. Y pena.
Mucho trabajo, mucho pixel en el computador tratando de alcanzar un 7. Muchas conversaciones a medias y cosas que nadie se atreve a decir. Mucho cansancio. Necesidad urgente de vacaciones. De despejo, de ojos cerrados.

Debería estar lloviendo. Ahora mismo, mientras tecleo esto. Pienso que esta noche necesitaré todos los cigarros posibles para sobrevivir. No puedo dormir, ni aunque quisiera. Tanto estímulo deja un nudo en la cabeza, la garganta y el torso. Soy como un imán, ahora: cargado a polo negativo, repeliendo todo, agarrando pura onda negativa. Volviéndome más negro que mi misma ropa desteñida. Lata.

En todo caso, esto es un break, un respiro. Tomo un poco de aire y me sumerjo de nuevo, en serio. Lo vale. Tan distante y ajeno, pero lo vale. Lo vale en todo sentido. Aunque no sé como podría explicar eso, como podría resumirlo o intentar contarlo sin caer en lo cliché, en lo que todo el mundo dice. Me carga querer sacar las cosas de adentro y que mis palabras se terminen mimetizando con las palabras de otros. Me hace pensar que no valgo, que mis palabras son vacías y vanas.

Igual, mañana es otro día. Por suerte, la gente inventó eso de los días, las semanas y los años. Porque, a pesar de que la vida es una y la misma de corrido siempre, nuestra sociedad nos dice que mañana es otro día, otra instancia, otro plazo; entonces, lo que pasó hace 24 horas atrás, puede ser olvidado o recordado y ponerle un marcador -una fecha- que será fácil de buscar. O de borrar. Es como una nueva oportunidad. Cosa de cada uno si la deja ir o no.




Han pasado más de 10 minutos y no sé que más escribir. Tengo, ganas, sí, de escribir mucho. De decir todo. O nada, pero dejar todo claro, todo solucionable. No hay nada peor que un problema que existe y que no existiría si las cosas estuvieran claras. Anyway, así es la vida, dicen. Y yo, que vivo en un mundo distinto, casi de ensueño para algunos, totalmente ilógico e irreal, de lunático -o algo así- me confundo con lo que es normal para el resto. Porque, en mi autodidacta aprendizaje de la vida, no estaban esos capítulos. En mi libro no venían esas unidades. O me saqué un rojo en esa prueba.

Mejor... por ahora, seguir en lo que estaba. Seguir y tratar de poner música más fuerte para que las otras voces que te recuerdan que realmente sientes, se oigan menos. Aunque jamás borradas del todo.
Porque uno en el fondo, siempre sabe que tiene, o que debe hacer.




domingo, 28 de junio de 2009

Idiota por una hora, imbécil todo un día.

Muchas veces, las palabras por escrito son nada. En realidad, siempre la voz se sobrepone a la tinta. O a los pixeles. Como sea.
No saber que decir a veces puede ser mejor que saber que decir, pero no saber cómo decirlo. No saber que decir puede ser peor que saber que decir, pero no saber hilar las palabras para ello.
Soy un estúpido, I know. Tengo que mejorar mi comunicación, sobretodo, siendo alguien que vive de ello y que desde chico está en eso. Comunicar es fácil, menos cuando se trata de uno. Ahí, el terreno se complica un poco. Depende. El receptor es millones de veces más importante que el mismo mensaje. El receptor cuenta mucho cuando estás a punto de sincerarte.
Si pierdes el receptor, el mensaje no importa. Si tienes un receptor favorito y lo arruínas, estás más que perdido.
Sorry, lo arruiné. Por una hora y más, lo arruiné.

No fue la intención.
Después de todo... ¿qué otro receptor podría querer but you?
Just you.

And you don't seem the lying kind
A shame that I can read your mind
And all the things that I read there
Candle lit smile that we both share
And you know I don't mean to hurt you
But you know that it means so much
And you don't even feel a thing

I am falling
I am fading
I am drowning, help me to breathe
I am hurting
I have lost it all
I am losing, help me to breathe


viernes, 26 de junio de 2009

Dos horas y cuarenta y trés minutos.

¿Cómo es que una película cambia tu vida? ¿Al menos, el punto de vista? ¿Cómo es que una película te hace replantear todo lo que crees, lo que ves, lo que sientes, lo que viene a continuación? ¿Cómo es que una película te hace desear no estar en tu cama, que sea de día, tomar una mano y sentirte seguro? ¿Tomar una cara, decir un "hola", callar por un rato y dejar al cuerpo hablar? ¿Cómo es que tantas películas hacen lo mismo? ¿Cómo es que todas las películas de mi vida tratan de generar casi lo mismo? ¿Cómo es que -como si estuviera predestinado- cada película que escojo, cada film, cada cinta que busco hasta el cansancio, siempre me llevan a esto mismo?



Estoy mirando hacia al frente, hacia adelante. Estoy pensando que quizás nada es como lo pienso, que mañana todo será distinto, nuevo, único. Diferente. Quizás mis más grandes miedos, mis sustos, serán realidad. Quizás no. Pero lo más probable es que sí.
Tengo un segundo, un sólo momento, tengo una oportunidad que me abraza algunos días, cuando es posible. A veces me siento que estoy siendo salvado, otras, protegido. ¿De qué?

"Your life is defined by its opportunities... even the ones you
miss."


Es sólo una imagen en mi cabeza. Un pensamiento, unas ganas. Miro a mi alrededor y no hay nadie. Sólo yo, escuchando música, piano, final de película. Creo que estoy llorando, un poco. Siempre pasa este efecto. A veces me gusta, como ahora, pero no deja de intrigarme. De cuestionarme. Esto es difícil. Crear o elaborar los momentos para las oportunidades. Pensar que todo lo que sé lo he aprendido leyendo, que no he vivido nada. O quizás, he vivido demasiado.

Tengo los ojos cerrados. es para ver más nítidamente. siento, dentro, que todo se estremece. Como cuando oigo tu voz. Siento, pienso; que la vida es rara. No, en realidad, la vida es no más. Que veo circunstancias, posibilidades en el futuro que cambiarán todo. Y a veces me da miedo. Mucho. Pienso en la casualidad de todo, de estar aquí, ahora, de donde estuve el domingo pasado, de donde estaré el próximo. De qué estaré haciendo.
Releo, hacia atrás. No es difícil encontrar esas cosas. Releo y todo parece tan sano, tan puro, tan oscuro y denso. Tan altibajo. Tan cercano.
Generalmente no lo pienso, pero creo que es momentos de dar gracias. O algo así. A pesar, muy a pesar de qué pueda estar pasando ahora por mi cabeza, sólo estoy restando todo a armar esta historia, esta vida.

Una película es una vida. La mayoría, son de esas que te gustaría vivir, así: resumiendo cerca de 70-80 años en dos horas de cinta, viendo todo lo que pasó, pasa y pasará. Arruinando todo eso de disfrutar el momento por ser curioso. Y es tonto, es estúpido dejarme llevar por eso y evitar lo más importante, eso de tener una cara cerca y poder tocarla y saber que tiene los ojos cerrados y llorar un poco, no de triste, sin que te vea y sólo mirar y pensar que todo, absolutamente todo, es perfecto en ese preciso segundo. En un segundo, una centésima de segundo en que quieres decirlo todo y liberarte y olvidar que existen más personas en el mundo y reír y llorar al mismo tiempo y sentirte realmente vivo. Vivo, con todas sus letras...

No sé si esto que siento adentro a es lo que creo, o sea, no estoy del todo seguro. Pero creo que sí, no puedo estar tan errado. Tiene nombre, el problema es nombrarlo. Y me encanta. Me hace sentir... bueno. Que calzo.
Quizás estoy loco, quizás nada de esto que tipeo tiene sentido, ni relación con lo que pensé podría escribir. Quizás terminó siendo algo totalmente ajeno a la idea principal, pero da lo mismo. Porque en este preciso momento, tengo más ganas de hacer, precisamente, lo que estaba pensado...

Pero eso, se quedará conmigo. Al menos, por hoy.

"Along the way you bump into people who make a dent on your
life. Some people get struck by lightning. Some are born to sit by a river. Some
have an ear for music. Some are artists. Some swim the English Channel. Some
know buttons. Some know Shakespeare. Some are mothers. And some people... can
dance."


You can make someone happy. And much more.

miércoles, 24 de junio de 2009

Nada.

Nada.
Sólo eso: nada.

















Silencio.
Esto está muy callado, quizás una película pueda darle algo de sonido a esta escena. Y terminarla.
Antes de que esta escena me termine a mí.


1 - 2 - 3.

1.- No es fácil comunicarlo así como así. Se tiene que explicar, dar una pequeña introducción, tratar de poner el contexto claro. Esparcir un par de lágrimas de las buenas, tomar aire y dejarse llevar, sentir, estar, oler, callar y sonreír en silencio. Depende, todo depende. Pero bien, i'ts ok.
Déjame tararear una vez más: and when I touch you i feel happy, inside it´s such a feeling, that my love I can't hide, I can't hide, I can't hide... yeah you, got that something, I think you´ll understand when I say that something: I wanna hold your hand, I wanna hold your hand, I wanna hold your hand...


2.- Ni se te ocurra. Por ningún motivo. No, ya no. No se te ocurra volver. Oye, avíspate, ya no es necesario. Ya no es necesario que estés aquí. Tu cara, mi cara nunca se han visto. Que siga siendo así. Date media vuelta e ignora el único lazo que está de por medio. Realmente es lo único importante, porque, sinceramente, me das lo mismo hasta que te intentas acercar. Cuando es así, creo que me puedo cabrear. En serio.
So, better forgive it. No quiero estar devolviendo el reloj y morir otra vez.


3.- Soy un idiota a medias. A veces de tiempo completo. Pero supongo que eso es como el "lipe" de mi "fe". Sin eso, no podría ser un completo ser rancio. O algo así, no se me ocurrió nada más ingenioso. Anyway, aun siento un beat. Muchos. Y sólo los quiero transmitir. Sí, estoy algo nostálgico. Algo agradecido, algo perplejo. Que entrete. Que pena a veces. Wake, from your sleep, the drying of your tears: Today, we escape, we escape.


-------

Inconección entre tres puntos distintos con una misma raíz.

miércoles, 17 de junio de 2009

L'après



Les pones play y la dejas sonando. O quizás no, quizás no sé eso y en realidad nunca apretaste el botón. Pero sí, quiero apostar, el play quedó puesto, es eso lo que acompañó esto.




El tramo tiene 129 adoquines -planchas de concreto empotradas en el suelo- desde el punto A al punto B. Y por cada paso, cada baldosa que pisan tus pies es un paso más lejos de un momento que quedó congelado en el silencio, la oscuridad, el brillo azul y el secreto. Por unos momentos, mientras avanzas, tratas de encontrar una solución. Una salida, una idea loca o algo sobrenatural que te defienda, que te ayude y logres pausarlo todo, devolver los segundos y extenderlos a horas.
La realidad no es tan simple.

Tu sombra ahora está atrás tuyo. Cuidándote las espaldas mientras un cigarro te quema los dedos. Y tú; tú y tu cabeza, siguen dándole vuelta al asunto, esperando, tratando de asimilar que probablemente te salvaste. Que ahora puedes respirar un tanto más tranquilo. Relajado, despejado, feliz. Feliz en un final que sí es triste. Para ti, obvio. Quizás son tus nociones las que son extrañas.
Respiras, pero el olor ya no está. Otro adoquín y resumes, recreas, repasas escenas en tu cabeza. Repasas las ganas, esperando, quizás tontamente rezando alguna tonta confesión al cielo que está con ganas de llover y mojarte; pero que no lo hace, que te deja, te mantiene en un suspenso, en una animación suspendida, en slow motion...

Pero no es el momento que esperabas congelar.
No es, de ninguna manera, el segundo que quisiste extender.
Los segundos, esos mismos segundos, en los que te sientes bien.
Cuando todo, absolutamente todo, parece valer la pena.


domingo, 14 de junio de 2009

Dr. Manhattan says:


"Thermodynamic miracles... events with odds against so astronomical they're effectively impossible, like oxygen spontaneously becoming gold. I long to observe such a thing. And yet, in each human coupling, a thousand million sperm vie for a single egg. Multiply those odds by countless generations, against the odds of your ancestors being alive; meeting; siring this precise son; that exact daughter... Until your mother loves a man she has every reason to hate, and of that union, of the thousand million children competing for fertilization, it was you, only you, that emerged. To distill so specific a form from that chaos of improbability, like turning air to gold... that is the crowning unlikelihood. The thermodynamic miracle. A real miracle.
I said that i don't believe in miracles, but now i can realize that it happened. It was you: you're the miracle".
True.

viernes, 12 de junio de 2009

Historias ajenas.

"El ser humano fue construido como un edificio antisísmico; a lo más, intuimos que nos estamos moviendo mucho, porque algo malo está sucediendo, pero algo nos protege de captar la verdadera dimensión. Por eso, a la mayoría no nos pasa nada. No nos pasa tanto. Algunos quedan con los cimientos dañados, aunque lo cierto es que la mayoría sobrevive de lo más bien. Sólo años después algunos captan que los que les tocó fue una catástrofe, pero ya es tarde."
-Las películas de mi vida - Alberto Fuguet.

He leído varios libros en mi vida. En realidad, no sé. No estoy tan seguro. Pero sí he escuchado muchas historias. Un par de ellas nunca las quise saber. Pero era -es- entretenido. Ahora ya casi nadie cuenta historias de verdad.

Yo no cuento historias. A mí me las cuentan. Yo no sé contar. Para ser honesto, no tengo nada que contar. Prefiero oír, no aburrir.
Siempre cuento algo mal.

Estoy escribiendo algo, pero no me gusta. No me gusta y creo que eso me motiva más. No lo sé, algo así. Da lo mismo, son cosas que no salen. Me perdí, retomo:
Una frase me quedó dando vuelta el otro día. Da lo mismo cual era, pero quedó grabada en mi córnea y ahora la veo cada vez que cierro los ojos. Es un pequeño párrafo, en realidad.
Lo importante es que a veces me pongo cuático. Soy así, creo. Me hicieron así. Fui moldeado, cincelado, pintado a mano de esta manera. O algo totalmente distinto, que yo terminé adaptando al resultado del hoy. Pero es así. Y eso me lleva a meterme en problemas.
No los busco, me encuentran. En serio. Tengo un prob
lema. Una historia, quizás; pero es tan aburrida que daría lata sólo contarla. Igual que pensarla. Es algo así como un punto negro grande en la cara: molesto, jodiendo toda posible armonía del rostro, acusando, apuntando y avisando a cualquiera que te vea. Es imposible de sacar, de reventar. Sólo darle un poco de tiempo, esperar y tirarse un rato al sol para que se seque la piel y alguna vez poder extirparla.
Borrarlo.
Olvidar que alguna vez existió.


Cosas como esta se piensan erráticamente. Son pensamientos vagos, torpes y totalmente innecesarios. Como cosas que piensa un quince-añero la primera vez que fuma marihuana. O la primera vez que se enamora. O se pega una borrachera brutal y al día siguiente tiene un hacha pegada en la cabeza. No sé. Demás.

Al final, lo único que puedo rescatar, es que estoy bien. Sí, en serio. Ahora, hoy, a este segundo, sí, estoy bien. Tengo un problema, pero sobrevivo con ello. No hay mucho de qué quejarse. Todo me hace bien: los momentos, los ratos en plazas, los libros, la música, el helado de chocolate. Es obvio que lo único que termina haciéndome mal, soy yo mismo. Pero eso es agua de otra fuente.
Es algo que no tiene lugar hoy.


Si algo explota, va a explotar. Si es mi cabeza la que se funde, ojalá echen desodorante ambiental para que no huela tan mal.
Por favor.

...


Por lo demás, quiero escuchar historias de nuevo. Ojalá, más rato alguien tenga algo que contar.


sábado, 6 de junio de 2009

Un segundo.

Fue un latido menos, o como si una bomba explotara en tu cabeza. El cerebro estalló, pero el cráneo quedó intacto.
Fue una explosión, o un latido menos y el corazón se paró por un rato. Un segundo y fue suficiente para notarlo.

¿Qué es eso que ocurre cuando crees -o tratas de creer, aferrarte y jurarte a ti mismo que es la verdad- que todo está bien?
Un momento, un segundo sin importancia desde la nada se transforma en uno de los segundos casi importantes. O importantes. Es una caída. Es un final anunciado a algo. A la normalidad, quizás. A la anormalidad, puede ser.
"Algo se quebró". No es la primera vez que uso esa frase.
Tampoco creo que sea la última.

Ese es tú problema: crees que no sientes, crees que puedes ser un cualquiera totalmente insensible y normal. Pero sientes y siente demás, en sobrecantidad. Sientes demasiado, sientes mucho y no lo puedes explicar.
Llorar de la nada puede ser algo que te lleve directo al psiquiátrico.

O algo que te mantenga pegado a las sábanas por mucho tiempo.

¿Qué...
...perdí?

viernes, 5 de junio de 2009

Intento 4.

Abres los ojos y no hay nada
sólo lo de siempre está rozando tu cara
escuchas, bostezas y te escudas
tratas de aferrarte al último gesto de soledad

Cambia, la vida cambia
tu cara se mantiene igual y eterna
silencios y voces que se quiebran a lo lejos
una semana seca e inerte basta para pedir de rodillas

Cambia, la estación cambia
tu olor se mantiene igual y sereno
todo gira y se esconde
todo cambia de colores y sólo tienes dos opciones
o cambias con las cosas o te mueres y te recoges

Es un laberinto, un juego infinito
correr, estar, amar y esperar
juegas a sobrevivir
dentro del rompecabezas que tú mismo creaste

Yo no me quejo, sólo siento
sólo espero una cara azul en este espacio negro
algo que rompa la monotonía
de esta tristeza tan exquisita

de esta semana tan vacía.

martes, 2 de junio de 2009

For the times they are a changin'.

Es como una marca. Un huella genética, quizás una firma. Un rastro inconfundible de lo torpe que se puede llegar a ser.
Paso uno: fallar.
Paso dos: mentir.
Paso tres: sufrir miedo.
Paso cuatro: morir.

La gente no cambia. Se vuelve peor.
La gente es tan egoísta que ni de ellos mismo se preocupan. Sale muy caro.
Que enfermo: las cosas tienen un ciclo muy gracioso. Algo sádico, pero gracioso.
Mi mente está más allá de mi control. Hay tiempos en que el control es casi total, todo en perfecto orden. Puede ser un día, una hora, en que todo se revuelve, se desorganiza. Empiezan los crujidos y crush, algo reventó. Por un día a veces sólo tengo un día negro. Por un día a veces muero todo el año.

Un día puedes ser azul. Al otro puedes ser negro.
Tú. Yo. Ellos.
Los tiempos están cambiando y yo me quedé atrás.

For the times they are a changin'.