Es típico que en todos los blogs que leo frecuentemente se hace una especie de balance. Yo no he hecho ninguno desde que abrí el blog por allá por el 2007, cuando nació [medioCEREBRO]. Vamos a darle una oportunidad.
jueves, 31 de diciembre de 2009
Balance, inicios, stuff.
No se procesó por [Shein] siendo las 1:14 2 Levanta(n) la mano.
martes, 29 de diciembre de 2009
Encontrar.
Porque a veces la vida nos trata a regaña-dientes. Porque a veces son los pequeños diálogos los que arman una historia y sus nexos y sus puntos más importantes. Porque a veces son las caídas y los vuelcos del sistema lo que al final termina convirtiendo toda la gama de matices en una sola verdad. Porque es a veces lo que se piensa y no se hace, lo que se dice en silencio, los mensajes escritos en papel que nunca salen del bolso, las intenciones contadas y las promesas perdidas lo que refuerzan las ganas de seguir o de tirarse al pasto y olvidar. O son las partidas, los cambios de las personas que conocíamos que se transforman en un completo extraño; o los reencuentros, los abrazos bajo la lluvia, el quedarse sentado en una escalera tratando de superar el fracaso lo que atenúa la caída cuando se derrumba todo. O lo que refuerza los cimientos de las cosas que se construyen entre dos o más personas.
No se procesó por [Shein] siendo las 1:17 1 Levanta(n) la mano.
Me suena como a Historias cortas., Música, Paréntesis
jueves, 24 de diciembre de 2009
Inexplicable.
Quizás nadie lo entendería y por eso no me molesto en explicarlo. Una conversación buena sólo se produce en lo más íntimo. O después de un shock. Si pueda ponerle palabras sería tan fácil que quizás no tendría gracia. Quizás es eso lo que me llama más la atención. Quizás es eso lo nuevo.
No se procesó por [Shein] siendo las 9:04 0 Levanta(n) la mano.
Me suena como a Paréntesis
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Cura.
Cuando me di cuenta de todo, ya era tarde. Las horas se apilaban sobre el mismo sillón extenso, suave, rojo y felpudo que nos mantuvo toda la tarde. Quizás estaba durmiendo, quizás sólo le perdí el rastro al reloj. Cerré los ojos simulando estar dormido. Sentí tus manos en mi pelo y pude jurar que era un niño. Me sentí como tal, me sentí como lo que soy. Tu pecho estaba caliente y era todo como una tarde de invierno de 1992 en pleno verano del 2009. Ya no sentía calor, mi pierna derecha estaba entumecida. No quería quitar mis brazos de tu cintura.
La hermosa tarde llena de naranjos se había transformado. Un azul se sobreponía, los tonos mezclados se transformaron en el azul más negro salpicado de pasteles y blanco. Comenzaste a hablar y te oí, pero no procesé nada. Mi mano agarraba la tuya y sabía que tenía que irme. No me soltaste y quise que la tierra bajo mis pies dejara de girar. Olvidar que algún día tendrías que irte lejos, mientras yo tendría que esperarte cada sábado volver a las costas y verte hablar. Toqué tu pelo largo y pensé que si era necesario morir sería ahora. Comparé lo perfecto con la realidad y no encontré un punto de diferencia. Casi me pongo a llorar cuando pensé en las infinitas posibilidades y en las probabilidades y en esto que estaba agarrándose por los dedos. Te abracé y no me viste cuando tu hombro se mojó.
El cielo ya se fundía con mi ropa y la gente se había retirado de las calles. Solté tu mano y comencé a caminar, con una pena que me partía en dos pensando que era un adiós abrupto, quizás el final del fin.
Me di vuelta y vi tu rostro. Te di un beso y lo supe.
Todo este tiempo la historia era de verdad: la triste historia repetida por siglos era algo que estaba muy lejos de mí y podía estar más seguro que nunca que estaba bien.
Y, sí, fui feliz.
Y es por eso que en ese entonces, y ahora mismo también, lloré.
Porque en realidad, todas las mentiras que me cubren como cebolla, todas las caras tapadas por caretas, todos los idiotas que odio y desprecio, todas las situaciones que en el fondo me calan más de lo que quisiera, toda la falsedad, todo lo que en algún punto me alejaba del mundo y me hacía cuestionar si realmente quería estar sumergido en el planeta, se desvanecía en los 317 minutos que estaba arropado por tus manos.
Y pensé que eras la cura del cáncer.
Imaginé que era muy cursi y lo deseché.
Y luego lo pensé otra vez, que eras la cura.
Y otra vez.
Y otra vez.
No se procesó por [Shein] siendo las 6:27 0 Levanta(n) la mano.
Me suena como a Paréntesis
lunes, 7 de diciembre de 2009
Matemática del 3.
3=<3
3=1/4
u got it?
No se procesó por [Shein] siendo las 17:11 0 Levanta(n) la mano.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
2 3/4
y ni movés la mano, no te despedís, se acaba la noche y quedé
como pelotudo en medio de la gran ciudad
sin paz, sin paz, sin paz.
Y no sé, no contás, tu risa se esfuma y disimulás
un día me abrazás y al otro me empujás
un día me querés y al otro me odiás
yo no digo nada, pues pretendo aguantar
cuando en el fondo me desarmo como lego cuando me ignorás.
No se procesó por [Shein] siendo las 14:34 0 Levanta(n) la mano.