Es tarde, para variar. Debería estar durmiendo, lógico. La tele está prendida, yo fumo.
Nada fuera de lo común.
Hacer hora viendo la televisión, jugar un rato, releer algunos libros, re-ordenar mi vida y la pieza. Esa es la tónica de las tardes. Arrojarse en el sillón, sin polera, apaleando el calor con hielo en la bebida.
Mis manos permanentemente en el control y la bebida. O el cigarro. Las mismas manos que extrañan a otras entrelazadas, firmes, confiadas sobre otras. Mis ojos se cierran y por unos instantes puedo aislarme de todo y volver atrás.
No tan atrás. El presente me convence, no me desagrada. A pesar de lo que ocurrió horas atrás.
No creo que muchas cosas puedan joderme hoy. No quiero arruinar nada.
Siento que mi piel hormiguea, absorbiendo los rayos de sol que se meten por el ventanal. Así, hasta la noche, hasta que lo único que se cuela por mis poros es la brisa. El viento frío que trae consigo la oscuridad, la luna y las luces de los postes en la calle.
Pareciera un sueño, pero es realidad.
Estoy en mi habitación. Acabo de ver una foto que está en mi pieza y otro par en el computador. Siento como si... todo pasara, pero yo estoy aquí. Pero no es en mala, no pesa. Como quien se queda cuidando la casa mientras todo el mundo anda afuera.
Al menos, sé que todo estará bien cuando el resto vuelva, que cuidaré la casa lo mejor que pueda, para que, ojalá, al volver, todos se sienta a gusto, bien.
Para que te sientas a gusto al volver.
Mucho divague.
Me saco la polera que aun no tiro al lavado. Conserva un olor que no quiero que se pierda entre la espuma de la lavadora.
Me da lata ponerme el pijama y sólo me tiro en la cama y me dejo llevar.
Han pasado cosas, demasiado buenas, demasiado malas, inesperadas y congelables.
Y prefiero quedarme con eso con con recordar los gritos a oscuras.
Porque, en realidad, como que algo se llenó.
A pesar, de que hoy, lo único que hay en mi habitación es soledad.
Y sí, repito, no está tan mal como antes.
Mensajes de texto y cosas así me recuerdan que ya no estoy tan solo.
Aunque eso, ya lo sabía de antes.
Caen las hojas
cae la lluvia
cae tu ropa en mi cama
todo cae
Pasan horas
pasan estaciones enteras
pasa el día
la noche
todo pasa
Y es tan real como hacés
desvanecer
mi soledad
en un segundo que….
me sorprendés
sonriendo para mi
sonriendo desde mi...
Sigue cantando tú, ¿dale?
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Now playing: Inmigrantes - El alma se llenó
via FoxyTunes
Human-centered
Hace 3 años
2 comentarios:
Así es mi día. Exactamente así.
ya, yo qiero cantar.
encuentro estúpido cuando te dejan cuidando la casa.. qué esperan? que si entra un ladrón con una pistola y te amenaza tu vai a tomar tu palo de hockey y pegarle para CUIDAR la casa? es una casa, que se cuide sola, yo también quiero salir.
oye no te qedís fumando y tomando y viendo tele oh! sal a la calle a jugar a la pelota =)
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