miércoles, 22 de octubre de 2008

Manchones.

Un par de dilemas, serios traumas, decisiones que tomar, ¿Que hacer? ¿Virarse? ¿Mandar todo a la cresta? ¿Escapar?
¿Que pasaría? ¿Pasaría algo? Imagínate. Piénsalo un poco, pongamos las cosas en la balanza.
¿Qué pasaría? ¿Qué?
Y si te fueras, por ejemplo, si te marcharas sin mirar atrás, asumiendo la soledad, sabiendo que puede ser un error, un grave error, pero que igual te sentirías bien, ¿lo harías? Perderías la seguridad, pero, ¿qué significa estar seguro? ¿Alguien lo está? ¿Podrías admitir, sin hacer trampas, que realmente estás seguro?
Hay preguntas que es mejor dejar sin responder, ¿no?
Mala Onda - Alberto Fuguet.

Las sucesiones de horas comienzan a traslaparse con todos los manchones de tinta que hablan sobre mañanas perdidos y caídas y desiertos. Y se siente igual de frío.
No es que sea fácil, pero si algo más común tropezar así y darte cuenta que siempre eres un huevón. Dejar de exagerar y comenzar a destrozar para no tener nada que lamentar al partir, ése era el plan. Huevón.
La cuestión es no estar preparado, aún: asumir lo que uno quiere puede ser más fatal de lo esperado, porque puede ser realmente de lo que uno quiere huir, entonces, ¿donde está la solución? ¿la hay?

El miedo recurrente de la verdad comienza a palpitar, nuevamente, de tal manera que la respiración o los latidos reales se pierden dentro de una tonada casi epiléptica. Ya no se oye nada.
Un celular que ya no suena, un buzón vacío y una televisión sin señal van quedándose como adornos en un cuarto que parece de matrimonio recién casado: vacío y esperando llenarse de cualquier cosa. Pero no se llenará y eso, se huele a distancia.

No sé que es peor: yo o esta sensación rara que siento que hiela la espalda. Como por la nuca, un frío que quema, que se interna tan dentro de la médula en un dolor que amenaza con que es mejor disparar para evitar seguir pasándolo. Da igual, supongo, si da lo mismo. No son novedades. Aunque hay ritos o ciclos que me gustaría seguir practicando... pero esos, también se están perdiendo dentro de las hojas manchadas de tinta negra.
De tinta y sudor.

¿Otro cigarro más? Qué más da. Esto es como preparar las cajas para una mudanza, la única diferencia es que nunca se sabe cuando me mudaré ni a donde o si realmente me llevaré las cajas conmigo. ¿Y que contienen? Deducible, estúpido preguntar.

Supongo que nadie aprende realmente a vivir hasta que pierde un par de cosas importantes.
Lo que es por mí, aunque realmente no importe decirlo o leerlo, porque da igual, es sólo una historia más; algún día aprenderé a vivir.
Y a tratar de amoldarme de lo que trato de escapar: de mi mismo.
Eso, o resignarme al aislamiento del que tanto hablaba Ian Curtis.



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Now playing: Joy Division - Isolation
via FoxyTunes

4 comentarios:

Lucas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cami dijo...

es cierta las lineas del principio hay cosas que es mejor nunca decir su respuesta, incluso aunque uno ya la tenga...

Esebloguero dijo...

Nuestro peor enemigo: nosotros mismos.
Nuestra peor cárcel: nuestro cuerpo.
(Oye! no sabía que te dejarán postear desde la cárcel)

Vanessa... dijo...

Ammm no se si leer "Mala Onda" fue lo mejor o peor que pudiste hacer nerd. Iré a tomar café D: