Apio verde.

Hace 21 años atrás, en Inglaterra, sonaba como la número uno del Billboard: “Don’t leave me this way” por Huey Lewis & The News. Un cover de la Donna Summers.
Hace 21 años atrás, salía Paul McCartney en la portada gringa de The Rolling Stone.
Hace 21 años atrás, le dieron el Oscar a la mejor película a Platoon, de Oliver Stone.
Hace 21 años atrás, los pantalones de pata-de-elefante estaban de moda.
Hace 21 años atrás, la docena de huevos en Usa costaba $0.87.
Hace 21 años atrás, era miércoles.
Hace 21 años atrás, nací yo.

Veintiún años ya. Cliché, pero ¡puta que pasa el tiempo!
Las cagó. Y uno se da cuenta cuando ya te pilló el tiempo.

Como que a la larga uno no se cree mucho todo lo que le ha pasado. O va a pasar. Es como un cuento. O sea, a lo que me refiero, es que tiene sus cosas que uno jamás pensó que le tocaría vivir. Pero es tan fácil ponerse a recordar todo lo que ha pasado y decí: “sí, yo estuve allí”.

He vivido harto. Y bien, supongo. Hay cosas de las que me arrepiento pude hacer antes, y no me atreví. Pero yo cacho que sí me pegue un alcachofazo que necesitaba, y un poco tarde, pero me subí al tren que me correspondía.

Increíble la cantidad de gente que he conocido. La cantidad de cosas que he visto sólo siendo un tipo normal. O sea, no he viajado mucho, no he sido un héroe, no soy famoso, pero tengo tanto de lo que me puedo enorgullecer. Imagínense alguien que sí ha sido todo lo que yo no he logrado.

Fue grande el cambio de 1x a 2x. Ese uno más en la decena, fue potente. Rancio, extraño. Espantosamente nuevo. Ahora ya son 21. Y como que ya me estoy acostumbrando su poco, pero nada le quita aún el gustito raro. O sea, literalmente pasé toda mi vida en los diez-y…, y ahora ya nada es igual.

Y hoy me alejo otro poquito de mis años de lolería. Me ‘toy poniendo viejo.
Me va a llegar la crisis xD!

Si pudiera medir mi vida, esta ya sería una tercera etapa de cambios grandes. De experiencias nuevas, cambios de hábitat. Qué se yo. Cambios. Hartos, repentinos. No, en realidad, quizás, esperables. Naturales, pero que igual sorprenden.
Igual llaman la atención.

Como que ahora me baja toda la huevá, y me encantaría tener el trailer de mi vida y tirarme en un sillón con una Coca-Cola heladita y acordarme de todos los minutos exactos de los mejores momentos y verlos una y otra vez. Y poner pause, en todos los momentos que siempre quise quedaran pausados, sin tiempos, eternos.
Me acuerdo de unos cuantos ahora. Perfectamente.

Y también ver las malas pasadas y rebobinarlas, para cachar en qué me equivoqué, qué falló, donde estuvo el error.
Pero para lata mía, esa película sólo se proyecta en mi cabeza y es difícil verla tan nítida como yo quisiera.

En fin, total, tengo más cosas que grabar. Desde hoy dejo de nuevo el Rec de todo lo que pase, para cuando cumpla otro año más, ver si me puedo tirar a ver el avance. El, supongo, progreso.

Dicen que los cumpleaños hay que celebrarlos. Yo no sé, que vengan como sea, que me felicite quien se acuerde. Para mí, son cosa rara. Nada malo, raro no más.
En todo caso, es un día que recién está comenzando. Estoy trasnochando con un sueño casi nulo.

Yo cacho que me dejo de tanta tontera, me quedo dormido y dejo que el día fluya.
Que sea.

Hace 21 atrás, nací. Y hoy, a mis 21 todavía tengo n que probar, conocer, disfrutar, llorar, gritar, enojar, despreciar, reír, estrechar, abrazar…

Me dio sueño.
Será.

Apio verde para mí.

Saludos a todos.

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